No sigas compartiendo en Facebook la falsa noticia de que científicos de ‘x’ universidad encontraron la cura o la vacuna contra el cáncer. La verdadera cura contra el cáncer no se ha hallado, pero estamos muy cerca. Esto gracias a la técnica de modificación genética que cambiará la historia para siempre. Se trata de CRISPR, un método en el que se edita el ADN de las personas para evitar ciertas enfermedades.
Resulta que la primera prueba en la que se usará CRISPR para ‘recortar’ genes cancerígenos tiene luz verde en Estados Unidos, y comenzará en los próximos meses.
Un grupo de médicos de la Universidad de Pennsylvania dice que usará CRISPR para modificar las células blancas humanas (encargadas de la inmunidad). Esto con el fin de que se conviertan en expertas ‘asesinas’ de cáncer, según informó MIT Technology Review. Estas serán las primeras pruebas clínicas de CRISPR en humanos, fuera de China.
¿Cómo se curará el cáncer con CRISPR?
El estudio involucrará a 18 pacientes que sufren de distintos tipos de cáncer: múltiple mieloma, sarcoma y melanoma. Sin embargo, un vocero de la universidad dijo al medio que aún no se pueden especificar más detalles sobre la metodología de la prueba clínica. Esta investigación está liderada por el doctor Edward Stadmauer.
Veamos un poco en qué consiste la modificación genética en este caso. La idea de los médicos es reprogramar las células inmunológicas para que sean capaces de encontrar y atacar tumores. Para lograrlo, los científicos usarán CRISPR para borrar dos genes en las células de los pacientes. Gracias a esto, las células se convertirán en ‘soldados contra el cáncer’. Uno de los genes que se borrarán produce una molécula ‘vigilante’ llamada PD-1, que las células cancerígenas suelen usar para ‘frenar’ el sistema inmunológico.
Otra edición consistirá en borrar el receptor que las células inmunes normalmente usan para percibir el peligro, como gérmenes o tejidos enfermos. En su lugar, se pondrá un receptor ‘artificial’ que estará más atento a tumores específicos.
Durante este estudio, los doctores extraerán células de la sangre de los pacientes. Luego las modificarán con CRISPR en el laboratorio. Y finalmente, la volverán a aplicar en los pacientes. Esta técnica se hace por fuera del cuerpo de las personas. Y es considerada como mucho más segura que hacer la modificación directamente en las vías sanguíneas de los pacientes.
Imagen: Pixabay.