La mayoría de bandejas en las que nos envían la comida a domicilio son de icopor. Las cajas donde muchas veces transportamos comidas –frías o calientes– son de icopor. En muchos lugares el café se sirve en pequeños vasos de icopor. Los rellenos aislantes de muchas construcciones son de icopor.
En realidad, el icopor es un material llamado poliestireno expandido, el cual se compone principalmente por aire y partículas de petróleo que se calientan y se expanden. En Colombia lo llamamos icopor porque así se llamaba la primera empresa que comenzó a producir ese material en el país: la Industria Colombiana de Porosos.
Este material se usa para la comida, la jardinería, la construcción, la agricultura y hasta para los trabajos de colegio. El icopor nos rodea, pero al igual que el plástico, del cual se deriva, este material causa daños en el medio ambiente.
Según un estudio de la Universidad de Manizales, en Colombia un 13% del total de los desechos sólidos por año corresponde a los plásticos y sus derivados, entre los que está el llamado icopor.
Los daños que causa el icopor
Entre muchos otros daños al medio ambiente, el icopor contamina los mares y causa la muerte de muchos animales que ingieren los restos, según un documento de la Universidad de Harvard.
El uso del icopor también afecta la salud de los humanos. Un informe de la organización Clear Water advirtió que el material contiene un monómero llamado estireno, que se ha demostrado que es cancerígeno en animales, por lo que se sospecha que también lo sea en humanos. Nosotros estamos en constante contacto con este químico, ya que muchos de los alimentos que consumimos han sido empacados en envases de ese material.
También, un estudio de la Universidad del Bosque afirma que el poliestireno expandido contiene un tipo de dioxinas que son tóxicas y pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar el sistema inmunitario, interferir con hormonas y causar cáncer en humanos.
Algunos componentes del icopor podrían causar serios problemas de salud a los humanos
Además, las fábricas que lo producen generan mucha contaminación. Resulta que el poliestireno está hecho de petróleo, que es un recurso no renovable –es decir, que existen cantidades limitadas en el planeta– y es altamente contaminante cuando se calienta. En general, el proceso de manufactura del poliestireno contamina el aire y crea grandes cantidades de líquidos y desechos tóxicos.
De hecho, la industria del icopor es la segunda a nivel mundial que más produce gases invernadero, debido al uso del petróleo como materia prima, según la agencia de reciclaje California Integrated Waste Management Board (hoy CalRecycle).
¿Por qué es difícil solucionar los problemas que genera el icopor?
El icopor es bastante liviano y muy voluminoso. Por eso, el espacio que ocupa es inconveniente para el sistema de basuras, porque el material llena los carros recogedores y los rellenos sanitarios.
Es un material que es 0% biodegradable, es decir, que nunca es descompuesto por el ambiente. Eso significa que cuando llega a los rellenos sanitarios, las calles, los mares o las reservas naturales, quedará allí para siempre.
Todo esto ha llevado a algunas productoras de icopor a implementar sistemas de reciclaje del material. Sin embargo, en Colombia el poliestireno no es rentable para las personas que se dedican a ese oficio.
Durante la investigación de este artículo, se les preguntó a un par de recicladores, que pasaban con un camión recogiendo basuras, si ellos podían llevarse un poco de icopor para reciclar. Su respuesta fue: “si me paga, me lo llevo“.
El icopor es reciclable, pero casi nunca es reciclado
Silvio Ruíz, miembro de la Asociación de Recicladores de Bogotá, nos contó por qué sus colegas no quieren llevarse el icopor. “El precio que se ganan por eso es marginal, por eso los recicladores no se animan”.
Alexander Durán es el director de la fundación Verde Natura, que es la única en el país que se dedica a reciclar el icopor. Según Durán, el material les llena muy rápido la carreta a los recicladores, y al final, como no pesa, las plantas de reciclaje les dan muy poco dinero por el. “En un carrito les caben cuatro kilos de icopor, por el que les pagan 400 pesos [unos 15 centavos de dólar]. Por eso no les interesa, prefieren otras cosas”, dice Durán.
En Bogotá, esto se intentó resolver con el plan de basuras ‘Basura cero’, del exalcalde Gustavo Petro. Con ese sistema, el icopor pasó de la bolsa negra de basuras no reciclables, a la blanca, que es de cosas reutilizables. Esas bolsas blancas las recogen los recicladores, quienes como ya sabemos, no quieren llevarse el icopor. Al final, el problema quedó en las mismas: el icopor va a parar a los rellenos sanitarios a hacer ‘bulto’ por miles y miles de años más.
La ingeniera ambiental Ángela Gayón, de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos –la entidad del Distrito que se encarga de la administración de desechos en Bogotá–, confirmó que actualmente el icopor no se está reciclando en la ciudad. No solo por el rechazo de los recicladores a recogerlo, sino también porque “la cadena de valor para su recuperación no se encuentra ampliamente desarrollada en Bogotá”.
¿Prohibir o reciclar?
¿Se debe prohibir la producción y el uso del icopor? Controlar su uso es complicado porque, desde hace décadas, estamos acostumbrados a utilizarlo para nuestras comidas y bebidas. Mario Roberto Velásquez, dueño del restaurante La Sushería, explicó que los recipientes de icopor son muy útiles porque permiten conservar el calor o el frío de las comidas y protegen a los alimentos de los elementos contaminantes del exterior. Y quizá lo más crucial para los negocios es que son mucho más económicos que otras opciones, como los recipientes de cartón.
Algunas ciudades del mundo como Nueva York han intentado limitar el uso del poliestireno expandido. La alcaldía de esa ciudad prohibió su uso, pero una corte revocó la orden porque se consideró que el material sí es reciclable. ‘La Gran Manzana’ tiene el mismo problema que Bogotá: no hay programas específicos para el reciclaje del poliestireno expandido, según informó PlasticsNews. En Colombia actualmente tampoco hay planes de prohibir el uso del icopor, y tampoco existen regulaciones que limiten la producción o el uso de ese material.
Ciertas cadenas de comida rápida, como Dunkin’ Donuts y McDonalds, decidieron hace varios años reemplazar el uso de icopor por recipientes de cartón. Pero esta opción tiene sus propios problemas.
Si bien el cartón es biodegradable, la mayoría de los vasos de cartón que dan en tiendas de café no son reciclados, según un reporte de The Guardian. Un estudio hecho en Reino Unido concluyó que menos del 1% de esos vasos se recicla, debido a que, para hacerlo, las plantas de reciclaje deben gastar más dinero que el que están dispuestas a invertir. A esos vasos hay que quitarles la capa de esmalte que los hace impermeables. No obstante, el cartón sigue siendo una mejor alternativa que el icopor, ya que el cartón sí es biodegradable.
Según la ingeniera Pilar Romero, quien ha trabajado en la industria del plástico desde hace más de 30 años y ahora trabaja en Ajover Colombia, la solución no está en prohibir el uso de ese material, hacen falta programas y ciclos efectivos de reciclaje del material en Colombia. “Es cuestión de responsabilidad por parte de los usuarios“, explicó.
El 90% del icopor se destina a usos industriales
De hecho, la Fundación Verde Natura asegura que el 90% del icopor que se produce es para fines industriales, y no es tan dañino para el medio ambiente. “La industria es muy juiciosa. Vuelven a usarlo todo, nos lo mandan para reciclar, o lo convierten en rellenos de carreteras, por ejemplo. En general hay un porcentaje alto”, dijo Durán.
Nicolás Forero, dueño de la planta de producción Aislapor, ubicada cerca de Bogotá, explicó cómo recicla el icopor. “Dentro de mi planta, todas las boronas que quedan se recogen y se incorporan en otros productos. Lo que se hace es reutilizar todo eso dentro de mis procesos. A eso le llamamos reciclaje mecánico”. Aislapor también hace ese proceso con los residuos que le entregan sus clientes.
También es posible usarlo para crear una capa que se pone por debajo del asfalto de las carreteras, para emparejar el terreno. En Bogotá ya hay algunas zonas de vías que están rellenas de poliestireno.
Cuando los objetos que se reciben están contaminados –es decir, sucios de grasas de comida o de bebidas como el café— se debe llevar a cabo otro tipo de reciclaje. Para estos casos se requiere una máquina especial que revierte el proceso del icopor, que los transforma de poliestireno expandido a solo poliestireno, es decir, plástico común y corriente, del que están hechas las sillas, lapiceros, y cientos de objetos de uso diario. Con ese material, la Fundación Verde Natura elabora objetos pedagógicos, como reglas, gafas o tablas.
A pesar de eso, el icopor que se usa en vasos, platos, cajas de domicilios y demás sigue siendo un gran problema. “La gente no sabe cómo usarlos y disponer de ellos”, asegura Durán.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos?
Por mucho que se haga, a fin de cuentas los procesos de reciclaje que existen para ese material son casi igual de perjudiciales para el medio ambiente. Según un estudio de la Universidad de Harvard sobre el poliestireno expandido, el reciclaje de ese material es un círculo vicioso, pues cuando se incorpora en otros productos –bien sean de icopor o de plástico–, esos mismos serán futuros contaminantes.
¿Qué pueden hacer los ciudadanos? Cortar el círculo. Lo ideal es no usar desechables para nuestras comidas y bebidas. Por ejemplo, podríamos tener un termo para líquidos calientes y pedir en las cafeterías que nos sirvan ahí el café, en lugar de que nos den vasos de un solo uso. También es buena idea llevar nuestra comida en envases no desechables reutilizables. Y si es estrictamente necesario usar desechables, es preferible el cartón que el icopor. Al menos, el papel no es un material que nos sirve por cinco minutos y nos estorba por toda la eternidad.
Imágenes: Pixabay, Flickr y Wikimedia.
Es un problema que tiene una única solución: Cultura ciudadana. Si el “icopor” es tan contaminante como lo ponen por qué lo siguen haciendo? ahh claro la respuesta es simple: El dinero, y donde hay dinero no importa nada mas. Comenzar a concientizar a las personas y a las empresas es un trabajo difícil y aún más caro que la fabricación del propio material, entonces, la solución siempre va a ser la misma, la via mas facil…
Bolsas plásticas como asfalto, desechos de fruver de supermercados en biodigestores, hongos o gusanos para el icopor, todo lo anterior existe, el problema es que Colombia es un país relegado en alternativas sostenibles de reciclaje, reutilización y destino de desechos. Sin embargo, ya hay estudios que confirman que la especie “Tenebrio Molitor” o gusano de la harina puede consumir el icopor. “Estos insectos transforman el 50% de la espuma que consumen en dióxido de carbono y el otro 50% lo excretan como fragmentos biodegradados.”
Jorge Lopez Moreno, gracias a tú comentario estamos teniendo éxito en nuestro proyecto de ciencias de Secundaria.
Gracias a ti se me ocurrio la idea del proyecto.
Ya te di créditos y referencias.
Muy bien! Excelente iniciativa, sigan así! Es el futuro!
Muy bien Susana, es un reportaje claro y bien sustentado.Tiene información local e internacional. Por favor continúe así. Necesitamos periodismo crítico, analítico e informativo
El icopor con residuos alimentarios tambien se puede reciclar si esta compactado para faciltiar su transporte. Hace 10 años que lo hacemos. http://www.traxpo.es