“¿Qué sentirán las mamás de los ‘chamos’ desaparecidos?“. Laura Solórzano quería saber si era algo parecido a su propia angustia. Habría perdido la pista de uno de sus amigos, que estaba en medio de una de las protestas que se han vivido en Venezuela en las últimas dos semanas. Ella sintió que tenía que hacer algo mejor que morderse las uñas, así que hizo lo que mejor sabe hacer.
“Fue por instinto: agarré mi computadora y armé una red de información“. Así averiguó que su amigo estaba detenido, junto con otros jóvenes que participaban en las marchas contra el Gobierno. Luego se puso en contacto con abogados y activistas, que podían ofrecerle su ayuda mientras estaba en prisión. Resulto que él no era el único que la necesitaba.
“Todo fue como una locura. Empezamos a pedir que nos enviaran los nombres de los ‘chamos’ desaparecidos, que al final estaban todos detenidos, y así logramos crear esta red“. Su blog personal, que solía ser espacio para las reflexiones y desahogos de una veinteañera, terminó siendo una serie de listados de jóvenes capturados en medio de las protestas. Así, logró ponerlos en contacto con abogados que les ofrecen su asesoría de forma gratuita.
“Mi trabajo es solamente informar que hay ‘chamos’ detenidos”
“Mi trabajo es solamente informar que hay ‘chamos’ detenidos, y si fueron liberados o no”, dice ella. Pero para la Ministra de Comunicación e Información de Venezuela, Delcy Rodríguez, iniciativas como la de Laura forman parte de “una operación psicológica de gran escala”, orquestada por “líderes golpistas violentos“, con el objetivo de “crear angustia en la población”.
Es un capítulo más en la complicada relación del gobierno venezolano con internet. Twitter confirmó a Bloomberg que ese país estaba bloqueando parte del servicio, específicamente las redes de envío de contenidos (CDN, por sus siglas en inglés) que permiten a los usuarios cargar y descargar fotos en el servicio. Y usuarios con los que ENTER.CO se comunicó confirmaron que ha habido un bloqueo intermitente durante varios días.
Información y desinformación
Con las protestas, la red social del pájaro se convirtió en el medio de comunicación más importante del país. La información ofrecida por la televisión nacional ha sido tardía y pobre. La primera semana de las marchas las televisoras venezolanas decidieron no informar, y en la segunda solo lo hicieron fragmentariamente.
“Ante la necesidad de estar informados, los ciudadanos se vuelcan a Twitter, en dónde consiguen información actualizada y directa de los sucesos“, explica Ibia Puyosa, profesora de comunicación política en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Ecuador.
A pesar de la falta de cobertura televisiva, las protestas ganaron impulso. Esto ocurrió, dice Laura, gracias a Twitter y al ‘boca a boca’. “La semana pasada tú podías ocultar la protestas, esta semana ya no“, dice.
El lunar de todo esto es la abundancia de datos falsos, fotomontajes e historias exageradas que campean al lado de la información, aparentemente publicados con el objetivo de manipular a las audiencias. Esto ha servido como pretexto a sectores oficialistas para desacreditar todo lo que ocurre en las redes sociales, y les ha exigido a los opositores –y en general a quienes quieren estar informados– aprender rápidamente a separar la paja del trigo.
¿Información o manipulación?
¿Cómo lo hacen? Para Laura no es nada nuevo. Antes de todo esto, cuenta, su hobby era desenmascarar fotos falsas de redes sociales. Y Ana María De La Espriella, una politóloga y tuitera que vive en Caracas y tiene un afiche de Chávez en la puerta de su armario, dice que solo le cree a lo que publican algunos periodistas y medios que considera confiables. “Es las redes sociales se delinea un país, pero la realidad es diferente. Parece como si estuviéramos aquí en un Kosovo”.
No obstante, estar en Twitter y comunicarse a pesar de los bloqueos se estaría convirtiendo en un acto de resistencia para los opositores. Puyosa asegura que “los manifestantes sienten que la denuncia a través de la web (YouTube, Twitter y Facebook) es un mecanismo de expresión política, pero también un mecanismo de defensa para tratar de que disminuya la represión“.
Una pelea a ‘tuitazos’
La versión de Ana María sobre lo que está pasando en Twitter es muy diferente a la de Laura:
“En el Metro íbamos un montón de opositores y un montón de chavistas con sus ‘cuestiones’ rojas, en el mismo vagón. Nadie se estaba diciendo nada, nadie se estaba matando. Cada cual iba para su concentración; pero por Twitter se estaban peleando”.
Twitter, dice Ana María, es una herramienta para “drenar la ‘arrechera’ [rabia]” en un país que, al mismo tiempo, es muy polarizado y “comunicativo“: a la gente le encanta contarlo y compartirlo todo. Según cifras de PeerReach, el 14% de los usuarios venezolanos de internet usa Twitter al menos una vez al mes en el país. En esta medición, el país ocupa el cuarto lugar en el mundo, por encima de Estados Unidos y cualquier país de habla inglesa.
Por todo eso, Twitter es, desde hace años, una encendida arena política en Venezuela. Tanto los simpatizantes del Gobierno como los opositores lo utilizan para ‘mover’ sus ideas y llevar a cabo una especie de lucha política. Laura y Ana María concuerdan en que los primeros en usar Twitter para comunicarse fueron los opositores, pero el bando rojo pronto recortó la distancia.
Twitter es, hace años, una encendida arena política en Venezuela
Desde las épocas de Hugo Chávez –que era un tuitero asiduo–, sectores gubernamentales y afines al chavismo han hecho política en la red social. En ese entonces, explica Ana María, “lo que se trató de hacer desde el Gobierno fue organizar a los chavistas en Twitter, para posicionar etiquetas y para demostrarles a los opositores que Twitter no era un espacio opositor”.
Incluso, el gobierno venezolano creó a comienzos de año un Viceministerio de Redes Sociales. Si el diario El País de Madrid está en lo cierto, su objetivo sería centralizar y concentrar lo que el Gobierno venezolano ya ha venido haciendo: “supervisar las tendencias en las redes y promover contenidos favorables al oficialismo, con el impulso de etiquetas o hashtags“.
El viceministro, José Miguel España, tuiteó –antes de que su cuenta fuera cancelada– que su objetivo es “hacer de las redes un espacio de paz y de inclusión“.
Lo cierto es que, hoy, unos y otros conocen el baile del ‘pajarito’ a la perfección. El gobierno promociona sus propios hashtags en las transmisiones por cadena nacional, y la oposición hace lo propio en los discursos de sus líderes. Las fotos y los ‘links’ de bando y bando se comparten y se viralizan, y el debate nacional de Venezuela se hace de tuit en tuit.
¿Censura a internet?
Venezuela se está llenando de herramientas con las que podría censurar la red. Según reporta la Electronic Frontier Foundation, recientemente el Gobierno del país se otorgó poderes para bloquear el acceso a cualquier contenido en internet que considere “una amenaza para la seguridad nacional“.
Lo hizo mediante la creación del Centro Estratégico para la Seguridad y Protección del País, CESPPA, cuya creación ha sido fuertemente criticada por organismos de derechos humanos, pues es considerada como “un ataque inconstitucional a la libertad de prensa“. De acuerdo con Freedom House, una ONG que lucha por la libertad de la información, una de las principales tareas de este organismo es vigilar a la oposición.
El principal proveedor de acceso a internet en el país es CANTV, una empresa estatal. Eso quiere decir que, en la práctica, el gobierno tiene un gran poder para restringir el acceso de la mayoría de los venezolanos a los contenidos que quiera.
El Gobierno tiene un gran poder para restringir el acceso a los contenidos que quiera
Según la agencia AP, ya lo ha hecho en medio de las protestas. Las víctimas habrían sido la página de NTN24, el canal de cable colombiano que fue retirado de los operadores del país, y Pastebin, un sitio usado por hackers y activistas para intercambiar información.
Pero, como siempre ocurre, los usuarios siempre encuentran la manera de escabullirse. Esta vez, los servicios de VPN han sido los principales aliados de los tuiteros venezolanos para saltarse las restricciones.
Algunos proveedores, como TunnelBear o Hotspot Shield, están haciendo que sus servicios sean gratuitos para los venezolanos, lo que les permite a los usuarios saltarse la censura. Laura cuenta que la velocidad no es la misma; pero eso es mejor que no tener acceso.
Por su parte Nu Wexler, un vocero de Twitter, le confirmó a ENTER.CO que “luego de que los usuarios venezolanos reportaron interrupciones, tomamos medidas para garantizar la continuidad del servicio“.
Gracias a todo eso, Laura pudo seguir reportando los nombres de los manifestantes capturados en las marchas del sábado pasado, y Ana María pudo tuitear las incidencias de la concentración gobiernista que llenó, ese mismo día, algunas calles de Caracas.
Unos y otros se seguirán dando ‘palo’ por Twitter, pero al final ambos esperan lo mismo: paz. Como dice Ana María, optimista ella: “lo que va a prevalecer aquí es que todos nos queremos mucho“.