La apuesta de Nokia: ¿matrimonio con Microsoft?

Mañana anunciará que abandona su sistema operativo Symbian para muy seguramente adoptar Windows Phone 7 en el segmento de teléfonos inteligentes. ¿Será suficiente para volver a sus mejores tiempos?

En los cuarteles generales de Nokia, situados en Espoo, los últimos meses han sido más agitados que de costumbre. En septiembre del año pasado, asumió un nuevo presidente, el canadiense Stephen Elop, quien esta semana posiblemente filtró a la prensa una auténtica ‘bomba’ en vísperas de un evento que se llevará a cabo mañana en Londres, donde anunciará la nueva estrategia de la compañía: un memo en el que hace una analogía entre la firma que lidera y el trabajador de una plataforma petrolífera en llamas que debe escoger entre morir quemado o saltar a las aguas congeladas del Mar del Norte.

¿Qué está sucediendo con el principal fabricante de celulares del mundo?

Con una pérdida del 75% en su capitalización de mercado desde junio de 2007 (cuando empezó a venderse el iPhone), resultado de la caída en el valor de sus acciones de 40 a 10 dólares, el reto de Elop es recuperar el papel protagónico de Nokia en el segmento de los teléfonos inteligentes (cuyas ventas, por cierto, superaron las de computadores en el último trimestre de 2010) al que han llegado nuevos jugadores que, con estrategias más innovadoras que privilegian la experiencia del usuario, se han convertido en el fabricante más rentable (Apple) y en la plataforma de más rápido crecimiento (Android).

El problema de Nokia es que para mantener su participación de mercado ha venido reduciendo el precio de todos sus equipos, es decir, sacrificando la rentabilidad. En efecto, mientras que el precio promedio de un iPhone es 600 dólares, el de un smartphone de Nokia es de menos de 200.

Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa de Madrid, IE, dice que Nokia debe concentrarse en proporcionar una mejor experiencia de usuario en la Web en lugar de  empaquetar más y más funciones que se utilizan en escasísimas ocasiones y generalmente con malos resultados. “Enfocarse, en lugar de desenfocarse con una gama inimaginable de cientos de terminales diferentes apuntando a todos los objetivos a la vez”, subraya en una entrada de su blog.

A favor de Nokia juega el pasado de una firma que, a lo largo de más de 100 años de historia, ha sido capaz de reinventarse continuamente.

Fundada en 1865, esta multinacional, que hoy cuenta con más de 120.000 trabajadores, era hasta hace unas 3 décadas un conglomerado industrial que producía desde televisores hasta cables, pero cuando Europa adoptó la tecnología digital logró convertirse en el principal fabricante de móviles del mundo desplazando a Motorola, que por cierto había desarrollado los primeros celulares.

Aun así, tal como lo han destacado analistas como Jean-Louis Gasée en Monday Note, el hecho es que Elop, quien venía desempeñándose como presidente de la División de Negocios de Microsoft antes de asumir su actual cargo, tendrá que tomar decisiones difíciles.

¿Y cuál es el abanico de ‘decisiones difíciles’ que hoy pueden figurar en la agenda del directivo, para ser anunciadas mañana viernes?

Entre las más mencionadas figuran la adopción de la plataforma Android, que en menos de 2 años ha alcanzado la aceptación de los consumidores y los desarrolladores de aplicaciones en Estados Unidos, donde Nokia sigue siendo un jugador marginal, y que hoy es el mercado de más rápido crecimiento para los fabricantes de teléfonos inteligentes y donde se encuentran los desarrolladores de aplicaciones más importantes.

Sin embargo, un comentario en Twitter de Vic Gundotra, vicepresidente de ingeniería de Google, le restó esta misma semana fuerza a esa posibilidad, al advertir que de la unión de dos ‘pavos’  (Nokia y Microsoft) no sale un águila. (Se trata de la misma expresión con la que un ex ejecutivo de Nokia descalificó la unión que en un momento, en 2005, suscribieron Siemens y el fabricante chino BenQ para competirle a la firma finlandesa).

En efecto, a raíz de la llegada de Elop a Nokia, también se ha mencionado la posibilidad de un acuerdo con Microsoft para licenciar el sistema operativo Windows Phone 7, que aunque ha recibido buenos comentarios de los analistas de la industria no ha encontrado la mejor respuesta por parte de los consumidores en los mercados donde ya están disponibles celulares con ese sistema operativo.

Se trata de un opción que, aunque en el pasado había sido descartada por los principales voceros de Nokia (alegando que una decisión de tal calibre la haría dependiente de las decisiones de terceros, en un mercado en el que la diferenciación es cada vez más crítica), esta semana cobró fuerza al punto de que la agencia Bloomberg la daba como un hecho el miércoles por la noche.

¿Será capaz Elop de reinventar nuevamente a Nokia para hacerla más competitiva y devolverla a sus mejores tiempos? Por ahora, es una pregunta difícil de responder y lo único claro es que la primera gran decisión que deberá tomar este canadiense de 47 años es darle a la compañía una estrategia creíble en materia de software, llámese esta Windows Phone 7 –la alternativa más probable– o Android, mientras es capaz de volar sola nuevamente y se apagan las llamas de su plataforma.

Narciso de la Hoz

Narciso de la Hoz

Empecé escribiendo sobre economía, negocios y finanzas, pero hace 10 años sucumbí al encanto de Internet y desde ese momento vivo conectado. Comunicador Social con estudios de posgrado en economía, en la Javeriana, y egresado del programa de Alta Gerencia de los Andes, me interesan los gadgets y la WEB 2.0. Y tal como lo anticipó el “Manifiesto Cluetrain”, en 1999, estoy convencido de que el verdadero poder de la Red no está en la tecnología sino en los cambios profundos que ésta acarrea en la manera en que la gente interactúa con las empresas y viceversa. En la actualidad, me desempeño como director editorial de la Revista Gerente.

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