‘Star Trek Into the Darkness’ tenía una misión doble. Por un lado, necesitaba mantener la frescura de la primera ‘Star Trek’ y por otro, no podía traicionar a la manada que seguidores que tiene la franquicia desde sus comienzos. J.J. Abrams ha sido el timonel de las dos películas y realmente ha llevado bien ese ‘Titanic’. Le dio un refresco importante a la serie y no traicionó -tanto- las leyes y normas fijadas por las películas y las series anteriores.
En está ocasión, seguimos al Enterprise y a su tripulación en otra aventura en el espacio. Además, volvemos a conocer a uno de los enemigos emblemáticos de la franquicia. Para los que no han visto la película, les decimos que Khan vuelve de una manera inesperada y su rol es totalmente sorpresivo.
La nueva camada de actores tienen la imposible misión de recrear los papeles míticos del Capitan Kirk y Spock. Y la verdad, todo salió bien. Zachary Quinto, desde la primera película, hace un excelente Spock, retratando en la pantalla esa frialdad calculadora que ha caracterizado al personaje desde hace años. Chris Pine tiene un papel un poco más fácil. Su representación de Kirk la puede hacer cualquier actor joven que haya tenido un papel protagónico de ‘macho alfa’ en una de película de acción. Sin embargo, Pine hace un buen trabajo y mantiene la tradición de Kirk.
El largometraje es exactamente lo que uno espera de un ‘Star Trek’; dos horas de acción, una que otra sorpresa y varias escenas que solo una franquicia como está se puede dar el lujo de realizar. Y eso es lo mejor de ‘Star Trek Into the Darkness’. Le hace una viña a los viejos fanáticos de la serie y es muy entretenida para los que no vivieron los años mozos del Enterprise.