Gracias a arañas, una colombiana es la mejor inventora del mundo

¿Les dan asco las telarañas? Pues gracias a la colombiana Gladis Miriam Aparicio Rojas, física, magíster y estudiante de doctorado en esta misma ciencia de la Universidad del Valle, pueden ser usadas en la producción de un material sintético que es posible emplear en las baterías recargables para que sean más eficaces y amigables con en el medio ambiente, como informó la Universidad del Valle en un informe de prensa.

Con este invento, Aparicio fue laureada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) con el ‘Premio a Mejor Inventor’, uno de los galardones más importantes que puede recibir un inventor en el mundo. Además, recibió de la Superintendencia de Industria y Comercio el ‘Premio Nacional al Inventor Colombiano 2014’. Gracias a eso, la inventora pudo cubrir el total del costo de solicitud de la patente a nivel nacional, por parte de Colciencias, y un porcentaje de la solicitud a nivel internacional, a través del Tratado de Cooperación en Materia de Patentes.

Cuando inició su doctorado en el año 2008, su proyecto de investigación fue la elaboración de un material sintético novedoso, que consiste en una membrana intercambiadora de protones compuesta de un polímero, un cerámico y la seda del hilo de la araña Nephila Clavipes, el cual puede usarse en baterías de estado sólido recargables.

La científica Aparicio afirmó al Espectador que “cuando se me ocurrió introducir hilo de araña a las membranas conductoras, no fue fácil, pues nadie daba crédito al uso de un material orgánico que se considera un desecho y es desagradable para muchos”, y agrega “yo sabía que en el mundo están tratando de replicar sintéticamente los principios del hilo de araña, sin mucho éxito por ahora”.

De acuerdo a la investigadora, el hilo de esta araña, reconocida por tejer una tela de color dorado, cuenta con excelentes propiedades mecánicas porque es “más resistente que el acero y más flexible que el nailon, razón por la que es un excelente candidato para reemplazar los materiales usados hasta ahora en las baterías”.

Gracias a este invento, se podría solucionar la poca duración de las pilas de varios electrodomésticos. Incluso se puede alargar la vida útil de las baterías que usan los carros. “No sé qué me depare el futuro en términos económicos; me estoy asesorando en el tema. Esto no lo hice pensando en volverme rica, la pasión de mi vida ha sido el desarrollo de innovaciones y agradezco los premios, así como el reconocimiento, pero mi mayor logro es ser la mamá de Mateo y Daniel, de cinco y dos años, por quienes quise encontrar una forma de hacer las baterías menos peligrosas para el medio ambiente y, por ende, para la humanidad”, aclara Aparicio.

El Premio a Mejor Inventor de la OMPI se estableció en 1979 con el objetivo de estimular la actividad inventiva e innovadora en todo el mundo. Igualmente, pretende realizar un reconocimiento público a los inventores por sus creaciones que contribuyen al bienestar y al desarrollo nacional, especialmente en los países en desarrollo. Se concede en  exposiciones y concursos internacionales como la Exposición Internacional de Invenciones, en Ginebra, o la Feria Internacional de Invenciones de Seúl (SIIF), en Corea del Sur.

Así que si cree que las telarañas solo son basura, acuérdese de esta noticia.

Imagen: Tim Dutton, Tony Alter (vía Flickr).