Finlandía es un país con poco menos de seis millones de habitantes. Esa cifra ni siquiera está cerca de la población de Bogotá, que roza los ocho millones según un estimado del DANE. El país europeo tampoco tiene las riquezas naturales que tiene Colombia; mucho menos su gran biodiversidad ni la variedad climática.
Un linaje de feroces hombres
Los vikingos dominaron las heladas aguas continentales y se proclamaron como los dominadores del Atlántico Norte desde finales del siglo VIII hasta el XII. Famosos por su barbarie, estos feroces guerreros y navegantes saqueaban cuanta ciudad apareciera en el horizonte; pasaban por el filo de sus aceros a hombres y mujeres, soldados, monjes o esclavos, incluso nobles. La verdad, no importaba.
Liderados por Harald ‘Bluetooth’ Gormsson, rey de Dinamarca y Noruega, los vikingos se convirtieron en ‘el terror del norte’. Cuenta la leyenda que el apodo de ‘dientes azules’ deriva de que el rey tenía algunos dientes podridos, por lo que su oscura dentadura salía a relucir.
De hecho, la tecnología wireless BlueTooth que tanto utilizamos hoy en día en dispositivos inteligentes, debe su nombre y logo a la fusión de las letras H y B del alfabeto rúnico, en honor al rey vikingo.
Vikingos sobre cuatro ruedas
Si bien los descendientes directos de aquellos mordaces guerreros que vestían pieles de animales debido a las bajas temperaturas, los pilotos finlandeses también se debaten entre la vida o la muerte, pero no por tierras y riquezas, como sus antepasados, sino tras el volante de un auto de carreras.
Aquellas limitaciones biogeográficas y demográficas a las que está sujeta la gente de Finlandia no han impedido que se destaque en un aspecto puntual, no solo dentro de la Unión Europea, sino en la totalidad del globo: sus pilotos de automovilismo. Sin ir tan lejos, solamente en Rally los conductores nórdicos han ganado 13 campeonatos; con seis pilotos distintos, y 169 victorias de etapa; con 14 pilotos diferentes.
Uno de esos pilotos memorables fue Ari Vatanen. El nacido en el municipio de Tuupovaara ganó el Campeonato Mundial de Rally en 1981 y obtuvo el primer puesto cuatro veces en el famoso Rally Paris–Dakar. Y si bien está lejos de ser el corredor finlandés más victorioso del Rally –es Tommi Mäkinen quien ganó cuatro veces y fue el primero en hacerlo de manera consecutiva– fue uno de los más temerarios.
El ‘Climb Dance’ que inmortalizó a Vatanen
Este cortometraje de poco más de cinco minutos muestra el esfuerzo que tuvo que hacer Ari Vatanen en 1988 para La Carrera de las Nubes, que se disputa en el summit de las montañas del Cañón del Colorado, en los Estados Unidos.
Una carrera contra el cronómetro, en la que el rival no solo es el reloj, sino el inclemente sol, la carretera atiborrada de polvo seco –que dificulta el agarre de los neumáticos–, una altura de más de 4.500 metros, entre otros factores que pusieron en riesgo en cada curva y recta la vida del piloto.
El ‘Climb Dance’ es la oda a la conducción. Es un baile rítmico entre el piloto, la geografía y su Peugeot 405 Turbo-16. Caja de cambios mecánica y auto sin barandillas. Timón firme a dos manos -casi nunca cruzando los brazos- o cuando la situación merite, mantener firme el timón a una mano mientras te cubres la luz del sol. Pericia y atrevimiento. Reflejos y nervios de acero. El ‘Climb Dance’ es, sin lugar a dudas, la carrera que inmortalizó al legendario Ari Vatanen.
Pereciera que el riesgo de perder la vida en un parpadeo, y luchar hasta el final sin importar las consecuencias está en la sangre y naturaleza de los nórdicos, no solo de los que navegaban los mares en sus imponentes Drakkares, sino en los que aprietan el acelerador a fondo para detener el reloj.
Un factor a tener en cuenta en el ascenso a Pikes Peak es que la concentración de oxígeno en el aire disminuye a medida que ascendemos hasta los 4.300 metros. Por tanto la potencia de los motores se reduce en más de un 50% a medida que nos acercamos a la meta, ello explica los habituales 1.000 CV de los actuales participantes en la categoría Unlimited. El Peugeot de Ari Vatanen perdió más de 200 CV durante el ascenso, en el vídeo se nota cómo su empuje disminuye a medida que se acerca a la meta.
Un factor a tener en cuenta en el ascenso a Pikes Peak es que la concentración de oxígeno en el aire disminuye a medida que ascendemos hasta los 4.300 metros. Por tanto la potencia de los motores se reduce en más de un 50% a medida que nos acercamos a la meta, ello explica los habituales 1.000 CV de los actuales participantes en la categoría Unlimited. El Peugeot de Ari Vatanen perdió más de 200 CV durante el ascenso, en el vídeo se nota cómo su empuje disminuye a medida que se acerca a la meta.
En el primer DiRT de Codemasters se puede jugar una reproducción bastante fiel de la competencia: https://www.youtube.com/watch?v=1zIaulxJqpo
En el primer DiRT de Codemasters se puede jugar una reproducción bastante fiel de la competencia: https://www.youtube.com/watch?v=1zIaulxJqpo