Zlatan Ibrahimovic es un futbolista sueco mundialmente famoso por su talento con el balón sus acrobáticas jugadas y alucinantes anotaciones. Equipo por el que Zlatan ha pasado, equipo que ha ganado su respectiva local: Ajax en Holanda, Juventus, Inter de Milán, AC Milan en Italia, Barcelona en España y Paris Saint-Germain en Francia.
Mr. Ibrahimovic
Pero Ibra no solo es un tipo talentoso y habilidoso. Su forma de ser, tan determinante e imponente (arrogante dirían algunos) ha cosechado amores y odios, dentro y fuera del deporte que practica. Es por eso que su nombre, donde se quiera que esté, es reconocido.
El delantero sorprendió al mundo el pasado 14 de febrero cuando en un partido entre el Caen y su equipo, el PSG, por la Liga de Francia, el sueco anotó el primer gol del partido. Pero pueda que esto no sea sorpesivo, ya que él es una máquina goleadora. Lo anecdótico de aquella anotación fue la celebración:
Los verdaderos campeones
En el momento en que el sueco se quitó la camiseta para celebrar el gol, y vimos su cuerpo más tatuado que nunca, creímos que se trataba solo de una de sus excentricidades. Pero todo lo contrario. Las decenas de nombres con que Zlatan marcó su piel representan los más de 800 millones de personas que padecen de hambre en el mundo en pro de una campaña promovida por el Programa Mundial de Alimentos en la que Ibrahimovic es la voz de quienes no tiene voz. Cada vez que se escuche el nombre del majestuoso jugador, se escuchará el nombre de aquellos que no tienen cómo llenar su estómago a diario.
Estoy convencido que la grandeza de una persona famosa, como los deportistas o artistas, que gozan de gran popularidad, no depende de cuántos premios o títulos ganen, sino de cuánto hacen por los demás. Y Zlatan Ibrahimovic es el ejemplo perfecto de ambas.
Imágenes: Captura de pantalla
Gran campaña, Grande Zlatan #Respect
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