[#TBT] Nostalgia de años atrás: ‘Top Gear’

Supongo que en algún momento de sus vidas escucharon de juegos de carreras como ‘Need for Speed’, ‘Forza’, ‘Burnout’ o ‘Gran Turismo’. ¿Qué cara pondrían si les digo que muy probablemente estos juegos no habrían llegado a ser lo que fueron de no haber sido por ‘Top Gear’?

¡Verde, verde, semáforos en verde! ¡Acelerador a fondo porque arranca un nuevo #TBT!

La vuelta al mundo en menos de 80 días

La infancia de quienes tuvimos un Super Nintendo a principios de los noventa no hubiera sido la misma sin ‘Top Gear’. ‘Top Gear’ es al Super Nintendo lo que el aceite es al motor, y el agua al radiador. En 1992 en Japón salió a la venta un juego de carreras que tal vez no haya sido el pionero en su género, pero que sí se encargó de revolucionar y popularizar el estilo, siendo el punto de partida para las futuras generaciones.

Si Phileas Fogg duró 80 días en darle la vuelta al mundo, en la fabulosa obra literaria de Julio Verne, en ‘Top Gear’ podías lograr una hazaña similar y estoy seguro que no te demorabas tanto tiempo. El recorrido empezaba en los Estados Unidos, viajando de costa a costa desde Los Ángeles a Nueva York, pasando después por la cálida zona de Chichén Itzá, cuna de la civilización maya, hasta detenerse en la selva amazónica brasilera.

Cruzando el Océano Pacífico en su totalidad, ‘Top Gear’ nos traslada a la tierra de los samurais. En un corto recorrido atravesando la isla, siempre con el sol naciente sobre el horizonte, tenemos la oportunidad de visitar ciudades emblemáticas con Tokio, Kioto, Hiroshima y Yokohama.

Como si Asia no fuera lo suficientemente grande y llamativa, inesperadamente, la siguiente parada de la travesía global es en Alemania. Los corredores han atravesado todo el continente americano en auto, y el asiático, en avión. En Europa, el itinerario de ruta está organizado de la siguiente manera: Alemania, Escandinavia (Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia), Francia, Italia y, cerrando con broche de oro y mucha champaña, el Reino Unido tendrá el privilegio de mostrar la bandera a cuadros a la vuelta al mundo.

Un juego que nunca muere

Tal fue el éxito de ‘Top Gear’ que inmediatamente en el año siguiente, y luego un par después, salieron ‘Top Gear 2’ y ‘Top Gear 3000’. La segunda parte del flamante juego de carreras mantuvo la mecánica de su predecesor y la idea de recorrer el mundo entero, pero le añadió la posibilidad de modificar muchas de las partes del auto con dinero que ibas obteniendo carrera a carrera.

Esto fue un punto de desequilibro muy grande porque llegaba un momento en el que si no habías acumulado suficientes mejoras para tu carro, como aumentar el cilindraje del motor o añadirle un turbo más duradero y potente, no tendrías oportunidad alguna de vencer, pues la CPU se ponía muy seria (demasiado, en realidad) en la recta final del juego. Otro par de cambios que más valor tuvieron con la llegada de ‘Top Gear 2’ fue que si jugabas tu solo (forever alone) la pantalla no se dividiría, como sí sucedía con la precuela. Por otra parte, se añadieron factores climáticos más detallados: podías iniciar una carrera con un radiante sol pegando de frente sobre tus ojos y terminar con una tormenta de nieve que dificultará la visión en cada una de las curvas.

Para ‘Top Gear 3000’, que en realidad fue poco lo que lo habré jugado, la cosa perdió un poco de verosimilitud y ahondaron un periodo en el que las cosas ya perdían sentido. Originalmente, ‘Top Gear 3000’ se llevaba a cabo en el año 2962 (paradojicamente), en donde la idea ya no es recorrer nuestro planeta, sino darse una vuelta por el universo. No sé ustedes, pero creo que para esa época, si la raza humana no se ha suprimido entre sí, o Skynet ha tomado el control, dudo mucho que los carros aún tengan llantas y que transiten sobre carreteras, pero bueno.

Después de todo, la trilogía de ‘Top Gear’ se disfrutó a más no poder. Es de esos juegos nostálgicos que valen la pena darles una jugada hoy en día, pues su carácter y esencia, por más que gráficamente estén avasallados por las propuestas de las consolas de última generación, se mantendrán hasta que sus huesos y los míos sean solo polvo. Se los garantizo.

Imagen: Captura de pantalla.