Este teléfono, de 2,5 centímetros de grosor y un peso mínimo de 278 gramos, es un ancestro muy importante de la evolución de los teléfonos móviles. El Nokia 2160 fue el primer modelo de la marca finlandesa que realmente se popularizó en Latinoamérica. Muchos geeks, ejecutivos y mamás de los noventa lo tuvieron por horas en su mano: era demasiado grande para muchos bolsillos.
Fue un teléfono muy avanzado en 1996, el año en el que fue lanzado: fue uno de los primeros equipos que usaron redes digitales TDMA. Como resultado, la calidad de sus llamadas era muchísimo mejor que la de la mayoría de sus contemporáneos, y su autonomía de 26 horas máximo –no recuerdo cuánto duraba la pila en realidad, eso pasó hace muchos años– era tremenda para la época. (Mateo Santos: me acuerdo que uno se lo podía llevar de paseo sin llevar el cargador. Duraba hasta tres días con un uso moderado).
Su diseño hizo que los celulares dejaran de ser panelas utilitarias y salieran a los reflectores. Gracias a sus líneas y a su diseño, el Nokia 2160 se convirtió en el celular por antonomasia. Era el equipo que usaba la gente bonita. Era el que aparecía en la publicidad de los operadores, de los vendedores de accesorios y de todo el que hablara por celular en televisión. Era el teléfono que salía tachado por una gruesa línea roja, encima de un letrero que dice ‘Apague su celular’. Fue, además, el primer equipo que recuerdo con carcasas intercambiables, aunque eran demasiado costosas y no se podían instalar en casa.
Fue un celular muy avanzado para la época
Recuerdo muchos de sus detalles físicos. La textura cauchosa de sus teclas. El clic que hacía la antena cuando se extendía totalmente. La luz verde neón que salía de su pantalla y sus teclas. Ese indicador largo y esbelto del estado de la señal y de la batería, que se ubicaba en los extremos de la pantalla –y que ningún fabricante ha hecho mejor luego de todos estos años–. El hecho de que la tecla PWR, de encendido y apagado, era más dura que las demás. La temperatura insoportable que adquiría recién se cargaba la batería y el botón trasero que había que presionar para desmontarla.
Como la mayoría de equipos de la época, se cargaba directamente con el cable o con un ‘dock’ que tenía espacio para el equipo y una pila de repuesto. Recuerdo que mi mamá tenía esa pila gigante, con barriga, que daba más de dos días de autonomía y que no acababa de cargarse en una noche completa. Aun así, se las arreglaba para llegar a la casa con el equipo descargado.
Y aunque no tenía juegos ni enviaba mensajes de texto, los niños de la época aprendimos a divertirnos mucho con él, bien sea cambiando los ringtones, explorando las opciones de red –lo que hacía que mi mamá tuviera que ir cada cierto tiempo a Celumóvil a que se lo volvieran a configurar–, descubriendo los caracteres secretos que aparecían cuando uno presionaba tal o cual tecla, poniendo mensajes graciosos de bienvenida o haciendo ‘canciones’ con los tonos que sonaban cuando se presionaba cada una de sus teclas.
El Nokia 2160 era, al mismo tiempo, imponente y familiar, elegante y cercano, lujoso y necesario. Y un par de años después, con la llegada del impresionante Nokia 5120 –el primer celular con ‘culebrita’, nada menos–, le llegó el canto de sirena. Pero ese será tema de otro #TBT. Hasta la próxima.
Imagen: Montaje ENTER.CO.
si sr, uno de los mejores, y muy gratos recuerdos se ese celular y de los ericcson , fue la mejor epoca para mi de los celulares. exelente nota .
si sr, uno de los mejores, y muy gratos recuerdos se ese celular y de los ericcson , fue la mejor epoca para mi de los celulares. exelente nota .
Buenas tardes, mi nombre es Javier Ochoa Rojas, de Mompox – Bolívar – Colombia, tambien llegué a usar este Nokia 2160 a finales de los 90s, y me gustaría tener esos 8 ringtones que trajo ese celular para usarlos hoy en la actualidad en mi telefono.
Si los tienes y los conservas, me podrias hacer el favor y envíarmelos a mi correo: [email protected]
Gracias.