Después de ver un robot puede pensar y actuar por sí mismo, imaginarse un carro que se conduce autónomamente no parece exagerado. ¿O lo es? Y si fuera posible, ¿en qué ocuparíamos las manos mientras vamos por las carreteras? Navegar por la Red y tener información a la mano en el vidrio delantero del carro podría ser una buena idea. Y nada de esto es un chiste.
Lo primero sería solucionar el problema inicial: que el automóvil se conduzca por sí solo. Un vehículo que tenga la autonomía suficiente para ir por las ciudades y que pueda determinar pasajeros, señales, otros vehículos y estacionarse adecuadamente ya dejó de ser un sueño. Ya habíamos hablado del carro sin piloto de Google y hoy presentaremos dos nuevos casos. Una primera aproximación se realizó en el Darpa Urban Challenge, en el que el equipo Victor Tango participó en este reto basado en un carro Hybrid Escape de Ford al que llamó Odin.
Odin es el resultado de la combinación de tecnologías de sensores tales como la visión por computador, telémetros láser, GPS diferencial y medición inercial. Aunque Odin quedó en tercer lugar en la competencia, por haber llegado en ese puesto en la carrera, fue el mejor intento por demostrar que el vehículo autónomo no está lejos. Este proyecto llevó a Dennis Hong, diseñador robótico y parte del equipo de Victor Tango a desarrollar un carro para discapacitados visuales.
Otra empresa que va en camino del carro autónomo, más recientemente, es Volkswagen, que a partir de una ley aprobada en Nevada, Estados Unidos, que permite el uso de vehículos autónomos, vio la oportunidad y comenzó con las pruebas en busca de la tecnología. La empresa alemana trabaja en el piloto automático temporal o TAP, que permite, en áreas donde se pueden predecir las condiciones, conducir el vehículo.
Con estos dos ejemplos se puede pensar en invertir el tiempo en carretera en otras actividades. Y Dassault Systèmes reunió a varios diseñadores, incluido Michaël Harboun, para crear The Aeon Project. El proyecto consiste en el uso de realidad aumentada, con la cual, por medio de aplicaciones, se puede acceder a información como temperatura, luz o lugares en el camino.
The Aeon Project trabaja en tres niveles principales: realidad aumentada, realidad mezclada y realidad virtual. En otras palabras: información de texto, integración 3D y el nivel más alto, la inmersión virtual completa.
El usuario tiene la libertad de controlar lo que quiere ver y, si quiere, solo ver el paisaje. Las aplicaciones podrían ser creadas, por ejemplo, por instituciones con el fin de promover el patrimonio de las ciudades donde el conductor podrá visualizar las historias detrás de cada arquitectura y conocer la historia de la ciudad.
Pero The Aeon Project es más impresionante cuando se puede ver, así que les dejamos un video del proyecto:
Los avances tecnológicos nos llevan ilusionarnos con todas las posibilidades que manejar un auto nos traerá en el futuro. ¿Quiénes se apuntan a este carro del futuro? ¿Podremos acostumbrarnos a estas nuevas tecnologías?
Bug #6547
Descripción: Cuando el pasajero está jugando y utiliza un timón virtual, en ocasiones pasa a tener el control de la dirección del vehículo sin percatarse de ello, causando errores irreparables en el sistema debido de las colisiones.
Prioridad: Urgente
Severidad: Mortal
Estado: En pruebas
Jajaja… qué buen apunte, ingeniero. 😀
increíble ! ! !
Yo ya he montado en varias clases de carro que se maneja solo. A una de ellas le dicen “taxi”. 😉
Ya en serio: creo que se mezclaron de una forma extraña dos temas distintos: el de los carros con piloto automático y el de la interactividad en los carros. El segundo tema puede perfectamente implementarse en vehículos normales (actuales), ya que desde hace mucho tiempo ha existido la figura del pasajero, que no va conduciendo y, por lo tanto, puede llevar a cabo otras actividades.
Lo que intento decir es que la pregunta de “¿qué haría alguien en un carro que se maneja solo?” se responde día a día desde hace décadas.