Volvemos al desolado caos posapocalíptico que se adentró en nuestros corazones en las anteriores entregas de ‘Fallout’ Pero esta vez eres el único superviviente del Refugio 111 en un mundo destruido por la guerra nuclear. A cada momento estás luchando por mantenerte con vida, y de tus decisiones depende que lo logres. Solo tú puedes reconstruir el yermo, llenarlo de sobrevivientes y decidir su futuro. Este es tu hogar ahora.
Bethesda Game Studios, famoso por las entregas anteriores de ‘Fallout’ y ‘The Elder Scrolls V: Skyrim’, le mostró hace poco al mundo su juego más ambicioso hasta la fecha. En él, buscó redefinir el concepto de juegos con mundo abierto.
En ‘Fallout 4’ te darás cuenta que uno de los más grandes placeres que ofrece este juego aparece cuando vagas sin rumbo fijo por el montón de chatarra en el que se ha convertido el mundo. Te encontrarás descubriendo una nueva locación en cada momento, todas con secretos, enemigos y misiones que te están esperando.
Pero, eso sí, el mundo de ‘Fallout 4’ no se queda quieto, y aunque tu no intervengas el mundo crecerá, y cuando camines por ahí podrás caer sin querer en medio del fuego cruzado entre las diferentes facciones en el mapa.
Es una interminable fuente de entretenimiento y la cosa solo mejora si tienes en cuenta su intrincado sistema de progresión del personaje, la construcción para el refugio y la mejora de armas. Cuando menos te des cuenta habrás escarbado todo el desierto en búsqueda de un poco de aluminio y un trozo de cinta adhesiva.
Imagen: Bethesda Game Studios.