Se me borró el disco externo o la tarjeta de la cámara: ¡¿qué hago?!

Imagina que acabas de terminar tu tesis de grado. O de bajar las fotos de las vacaciones. O que recién pusiste la última diapositiva una presentación importante que llevas preparando toda la semana, pero presionas el botón equivocado, y todo desaparece. Antes de gritar, llorar y perder las esperanzas, respira profundo: los puedes recuperar.

Es posible recuperar información que borraste de tu disco duro, memoria USB o tarjeta de memoria. Resulta que en realidad esta no desaparece de la unidad. Cuando eliminas un archivo, por lo general lo que sucede es que el sistema de archivado del disco marca como disponible el lugar que ocupaba, de modo que queda ‘libre’ para los nuevos contenidos que haya que almacenar. Pero, con un poco de suerte, eso no ocurrirá.

Por eso, lo primero que tienes que hacer si borras algo por error es dejar quietos la tarjeta, el disco o la memoria. No los uses para guardar ni borrar nuevos archivos. Si borraste una foto con tu cámara, saca la tarjeta y no la uses más. Así, maximizas la posibilidad de que el espacio que ocupaba el archivo borrado no se utilice para almacenar nueva información.

Lo primero es no usar el disco o la memoria en los que borraste los archivos

Lo mismo aplica cuando formateas una memoria USB o un disco externo. La forma más común de hacerlo no elimina la información, sino que marca como disponibles los lugares en los que estaba almacenada. Si lo hiciste por error, hay buenas posibilidades de que puedas recuperar los archivos.

Si te diste cuenta tarde y ya has usado la unidad para guardar nuevos contenidos, la posibilidad de que el archivo perdido no se pueda recuperar del todo es más alta, pues el espacio que ocupaba ya podría haber sido usado. Pero aún hay esperanza, y si no ha pasado mucho tiempo o si el disco no ha tenido mucho uso, puede valer la pena intentar una recuperación.

(Dicho sea de paso: por eso es que es importante hacer un formateado profundo, que sí borra la información, cuando vas a darle a alguien más un computador o un teléfono inteligente de forma definitiva. La persona podría correr un software de recuperación de archivos y tendría buenas posibilidades de obtener tu información de forma no autorizada).

El paso siguiente es ejecutar un software de recuperación de archivos. Hay varias opciones en el mercado. Uno de los más recomendados es PhotoRec, una solución de código abierto que tiene versiones para Windows, OS X y Linux. Si ves una interfaz de terminal, no te asustes: esta app es muy fácil de usar:

https://youtu.be/DGP_3uqov1Y

Si prefieres una aplicación con interfaz para seguir paso a paso, puedes probar Recuva, una app gratuita para Windows. Para Mac, una muy buena opción es EaseUS Data Recovery Wizard, que tiene una versión de prueba que permite recuperar máximo 2 GB de datos, y una ilimitada que vale 99 dólares. Si de verdad necesitas recuperar el trabajo de meses, quizás valga la pena pagar.

Si de verdad necesitas recuperar el trabajo, quizás valga la pena pagar

Cada programa tiene sus propias instrucciones para la recuperación, que difieren ligeramente entre uno y otro. También tienes que tener en cuenta que ninguno te puede garantizar al 100% que vas a tener tus datos de vuelta. Pero entre la posibilidad de no perderlos y la seguridad de que te toca volver a empezar, es mucho mejor lo primero.

Imagen: P.Jiwarat (vía Shutterstock).