Respecto al controversial caso de Apple contra el FBI, muchas personas se han preguntado por qué la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos no se ha involucrado en la disputa. De acuerdo con Edward Snowden, esa entidad tiene la tecnología suficiente para acceder a toda la información que requiera, y puede entrar en cualquier dispositivo, entre esos los iPhone.
Según un artículo en The Verge, la NSA se ha mantenido alejada del caso del iPhone de San Bernardino porque es una agencia de inteligencia, no de fuerza pública. La NSA sabe que todo lo que pase por el FBI llegará en algún momento a una corte. Y estratégicamente no le convendría que se conozcan sus alcances y técnicas de interceptación.
Tanto el FBI como la NSA trabajan con iPhone bloqueados, pero cada uno se aproxima a ellos de diferentes formas y con distintos objetivos. Mientras que el FBI busca que Apple le ayude a través de una orden de una corte, la NSA hace esas movidas a diario sin ayuda de nadie.
Esto no significa que el FBI se menos ‘inteligente’, sino que está buscando, por medio del proceso legal, sentar precedentes que le pueden servir en el futuro para casos de cifrado de datos. Tomemos por ejemplo el caso del iPhone en Nueva York, el cual no han podido desbloquear y una corte ordenó que no se podía obligar a Apple a que lo hiciera.
Según el artículo, el celular de Nueva York tiene iOS 7, un software viejo que el FBI podría ‘hackear’ fácilmente usando un dispositivo que burla la seguridad de la contraseña, y que cuesta 350 dólares. Incluso, ese mismo programa que está disponible para la fuerza pública podría servir para 11 de los 12 casos similares en Estados Unidos. No sabemos con certeza por qué el FBI no ha usado ninguna de esas herramientas.
Todos estos dispositivos nacieron porque se encontró un ‘bug’ para cada versión de iOS en la que funcionan. Es poco probable que el iOS 9, el cual tiene el iPhone de San Bernardino, no tenga ningún ‘bug’ o debilidad. La NSA podría poner a los mejores investigadores e ingenieros del país en encontrar ese ‘bug’ y lograr entrar al celular. Esta movida la podría hacer, y esa información no saldría de las instalaciones de la entidad. Además, la NSA no necesita órdenes para acceder a información personal y dispositivos digitales. Pero el FBI no puede hacer lo mismo.
El FBI es una entidad de fuerza pública y sus investigaciones deben ser presentadas ante una corte para los procesos judiciales. Además la información que contiene el celular de San Bernardino no es inteligencia nacional, es evidencia de un crimen. Así que si el FBI logra entrar en el iPhone, tendría que decir en la corte cómo lo hizo. Y la noticia llegaría a Apple, donde se arreglaría el ‘bug’ que permitió su entrada. Lo que a su vez haría que cada que vez que el FBI quisiera entrar a un iPhone, tendría que crear una nueva herramienta y volver a explicar cómo llegó a ella.
Por estos motivos, la NSA ha decidido quedarse al límite de la discusión entre Apple y el FBI. Sus objetivos son muy distintos a los del FBI, y no le conviene que se sepa cómo resuelve sus asuntos. En cambio el FBI posiblemente está detrás de otras metas, que no son solamente saber quiénes fueron los cómplices de los atacantes de San Bernardino.
Imagen: nsa.gov (vía Wikimedia).
Bien explicada la situación, en resumen no hay que confiar en ninguna entidad del estado aunque sea para proteger a sus ciudadanos, un claro ejemplo es lo podrida que está nuestra policía nacional…
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