Los smartphones que usamos hoy en día son muy diferentes a los que usábamos hace unos 5 años. Las compañías han aprendido a satisfacer las necesidades de los usuarios y llevado al mercado elementos y funcionalidades que antes eran impensables. Por ejemplo, actualmente hay un gran énfasis en la producción de contenidos para compartir a través de muchas herramientas, como las diferentes redes sociales. E inclusive, ya estamos hablando de la producción y consumo de contenidos en realidad virtual, lo que cambia aun más el panorama al que estábamos acostumbrados.
Los smartphones de Samsung no son ajenos a esta evolución, y han pasado por diferentes etapas que los llevan a ser lo que son hoy: dispositivos que están con nosotros en todos los momentos y que nos sirven como plataforma de comunicación, pero también de trabajo, de entretenimiento y de ocio.
Una de las evoluciones que más se nota es del diseño. Si bien la compañía surcoreana tiene todo un historial en este campo, podríamos decir que los equipos de la serie Galaxy S inauguraron una nueva etapa por el uso de la tecnología Súper Amoled, pues permitió hacer equipos más delgados.
Un tiempo después, Samsung presentó la primera versión de su phablet Galaxy Note, el cual no solo hizo uso de esta tecnología en las pantallas, sino que implementó un stylus llamado S Pen. El diseño de este dispositivo se vio perfeccionado en la tercera iteración, el Galaxy Note 3. En esa época, la compañía probó que ya podía hacer equipos más delgados, sino que ahora disminuyó en gran medida los espacios a los lados de las pantallas. Así, podemos ver que el Galaxy Note 3 tiene menores dimensiones que el Galaxy Note II, a pesar de que tiene una pantalla de mayor tamaño.
Samsung perfeccionó su diseño usando pantallas más grandes en dispositivos con tamaños contenidos
Más adelante, en 2014, la compañía presentó el Galaxy S5, el cual tenía una combinación de pantalla muy luminosa con un diseño ergonómico y resistencia al agua. Pero, ese mismo año, la compañía comenzó a reflexionar mucho más acerca de sus dispositivos de gama alta. Hasta el momento, ninguno de los anteriores había usado el metal en su diseño. Este material hace que los equipos sean más resistentes a rupturas en su carcasa, mientras que los hace ligeros.
Así, llegó el Galaxy Alpha. Este equipo permitió una especie de cambio de juego para Samsung. Este era un equipo muy delgado (tan solo 6,3 mm de grosor), liviano y muy ergonómico. Ese fue el diseño que le dio pie a un nuevo lenguaje en los dispositivos de Samsung.
Así, la compañía presentó al Galaxy Note 4 junto con el Galaxy Note Edge. Ambos equipos tenían un enfoque claro en el diseño, con uso de materiales como metal y vidrio. Esto le permitió a Samsung no solo distinguirse en especificaciones, sino también, en apariencia.
El Galaxy Note 4 tenía unos bordes inspirados en el diseño del Galaxy Alpha, mientras que el Galaxy Note Edge presentaba una pantalla curva a uno de los lados, lo cual era realmente novedoso en ese momento.
A final de 2014, la compañía presentó también su línea Galaxy A. Esta fue la primera vez que Samsung llevó el uso de los materiales premium a una gama diferente a la alta. Estos equipos, en especial los Galaxy A7, Galaxy A5 y Galaxy A3, tenían cuerpo de metal y cámara frontal pensada para las selfies, con lente gran angular y 5 megapíxeles.
Más adelante, en 2015, la compañía se aventuró a lanzar dos nuevos modelos de su equipo insignia de la línea S, el Galaxy S6 y el Galaxy S6 edge. Esta vez, no solo se usaba metal, sino que la parte posterior del dispositivo pasó a ser de vidrio, lo cual se convirtió en uno de los hitos del diseño de sus equipos actualmente.
De hecho, el Galaxy Note 5, lanzado varios meses después, es la muestra de ello. Utilizó las curvas del edge, pero en la parte posterior. Este ligero cambio hizo que un dispositivo de su tamaño fuera muy ergonómico y fácil de manipular, sin esa sensación de que se va a resbalar de las manos. El equipo es, igualmente, muy delgado y llamativo.
Más adelante, la compañía volvió a poner estas ideas en su gama media, y así vimos la segunda versión de los Galaxy A. Estos equipos están diseñados para quien desea un equipo con apariencia y rendimiento de un gama alta, pero quiere hacer una menor inversión. El uso de materiales como vidrio y metal los pone como los líderes de diseño para su gama.
Pero, como toda evolución, las cosas deben cambiar para bien. ¿Qué hace falta para mejorar todo lo que se ha hecho? Ya tenemos ergonomía, tenemos materiales durables y llamativos, tenemos una buena relación entre tamaño de dispositivo y pantalla.
Nos falta, que de nuevo, como el Galaxy S5 de antes, el equipo sea aún más versátil y se acomode aun mejor a las vidas de sus usuarios . Así, próximamente veremos en nuestro país la evolución del diseño de Samsung, con elementos como la protección al agua y al polvo, sin sacrificar el diseño en ningún momento. ¿Están preparados?
Imágenes: Samsung.