Los emojis se han vuelto una parte indispensable de la forma en que nos comunicamos. Aunque no los usemos para comunicaciones formales, en la mayoría de mensajes que enviamos usamos emojis.
Sin embargo, hay varios inconvenientes con la exactitud de lo que queremos decir cuando usamos las ‘caritas’. Por ejemplo, cuando una persona usa Android, hay emojis que se ven diferente en iPhone. Además, hay emojis que no existen en todas las plataformas, entonces aparecen como un cuadro en blanco, un signo de interrogación o como un alien.
Pero aunque se esté usando la misma plataforma, el principal problema que generan los emojis es la forma en que los interpretamos. Así lo demostró un nuevo estudio que reportó DailyDot. La investigación, llamada ‘Blissfully happy’, o ‘ready to fight: Varying Interpretations of Emoji’, encontró que la mayoría de participantes del estudio están en desacuerdo respecto a lo que significan los emoji.
Los investigadores a la Universidad de Minnesota, en el GroupLens Lab, decidieron estudiar las variaciones de la forma en que las personas interpretamos los emoji en una conversación. En el experimento se usaron 22 emoji de forma humano en las plataformas de Apple, Google, Microsoft, Samsung y LG.
A los 334 participantes se les preguntaron cinco preguntas, incluyendo cuál es el sentimiento que creen que representa el emoji (de positivo a negativo en una escala de -5 a 5), y cómo lo usarían en una conversación.
A pesar de que los emoji no son un lenguaje como tal, sino un suplemento del lenguaje, la interpretación de los mismos puede cambiar dependiendo del ícono que vemos.
Por ejemplo, dentro del estudio el emoji de cara sonriente tuvo un gran rango de distintas interpretaciones entre las plataformas, y los investigadores también encontraron muchas diferencias en la forma en que las personas describieron el emoji, ya fuera con palabras o a la hora de considerarlo positivo o negativo.
Hubo emojis que no tuvieron casi diferencias, como el de los ojos de corazón, que se asocia al amor. Pero otros, como el de ‘cara descontenta’ de Apple tuvo el mayor nivel de disconcordancia.
La investigadora linguística Gretchen McCulloch considera que los emojis pueden ser un equivalente al tono de la voz, la expresión facial, y los gestos con las manos, es decir aditivos a nuestras conversaciones. El problema es que son creados por grandes compañías que no logran hacer que todos los emojis sean iguales en el mundo.
Según McCullouch, una solución parcial podría ser que todos los diseñadores de las distintas plataformas se unan y formen un estándar de emojis. O quizá que el Consorcio Unicode, el cual se encarga de eso en teoría, se ponga las pilas con su labor.
Otro estudio realizado en 2006, demostró que existen algunas fallas en las comunicaciones digitales en cuanto al sarcasmo y al humor. Treinta pares de estudiantes enviaron 20 correos en un tono sarcástico o serio. Pero solo el 50% de los receptores interpretaron correctamente el tono de los correos.
Según los investigadores la malinterpretación de los correos tiene que ver con el ego de las personas. El egocentrismo tiene que ver con que las personas no pueden desapegarse de sus propias perspectivas, y además suelen plasmar sus perspectivas y creencias a sus comunicaciones, sin entender cómo las otras personas las interpretarán.
Ambos estudian concordaron en que aún falta mucho por explorar respecto a los impactos sociales de los emoji en nuestras comunicaciones diarias.
Imagen: photototo (vía Shutterstock).
Dudo que el tema sea solo de los emojis, pasa hasta con las palabras; la interpretación que le damos depende mucho de nuestro estado en ese momento. Un ejemplo muy simple puede ser un ok; que para unos puede ser una forma cortante de culminar una conversación, para otros puede ser una simple afirmación.
Lo del ok pocas personas lo captan. Se debe estar notoriamente molesto.