El Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (cet.la) presentó un nuevo estudio realizado por Telecom Advisory Services, en el que se proponen nuevas estrategias para disminuir la brecha digital en Latino-américa.
Según la organización, a pesar de que tecnologías como la banda ancha fija y móvil se han implementado de manera significativa en la última década, aún existen sectores de la población que no pueden acceder a ellas por falta de dinero. Las tarifas de telecomunicaciones han disminuido. Por ejemplo, en Colombia en 2010 la tarifa promedio era de 11,45 dólares y en 2015 fue de 9,47 dólares para los servicios de banda ancha móvil.
Sin embargo, el ingreso promedio de la población más pobre no es suficiente para superar la barrera económica que los aleja del acceso a internet. Juan Jung, Coordinador del Cet.la explicó que aunque se han logrado muchos avances en los últimos años, el 50% de los latinoamericanos aún no usa internet.
Este estudio, liderado por el doctor Raúl Katz, director de Telecom Advisory Services, brinda nuevas soluciones para ayudar a esta situación. Según Katz, este análisis demuestra que para poder lograr la universalización de la banda ancha es importante eliminar ciertos impuestos para la ‘población ubicada en la base de la pirámide’. Adicionalmente, se propone un programa basado en el reembolso del 50% del costo de adquisición de terminales, que haría que los productos TIC sean mucho más asequibles. Puedes descargar el estudio en este enlace.
El estudio también propone algunas recomendaciones para el sector privado, como desarrollar ofertas múltiples escalables. Por ejemplo, consumo de banda ancha móvil diario (o por hora), límites de capacidad de descarga en planes pospago, o planes restrictivos en servicios, como correo electrónico, redes sociales, etc. Así, los usuarios de la ‘base de la pirámide’ podrán elegir la oferta más adaptada a su poder adquisitivo. Además, se sugiere que se eliminen las restricciones a la importación de teléfonos inteligentes de gama baja y media (de hasta 300 dólares), para que así aumente la oferta de dispositivos y se reduzca el precio de los mismos.
Respecto a estas recomendaciones, Katz aclara que “más allá de las iniciativas de operadores y el sector público, el conjunto de actores del ecosistema digital consideren introducir modelos que sean sostenibles económicamente y no generen efectos de distorsión sobre la competencia”.
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