Hoy más que nunca podemos evidenciar el papel de la tecnología en la salud. Gracias a las prótesis robóticas, cientos de personas con discapacidad motora pueden continuar con su vida de manera normal, de la misma forma que personajes como Hugh Herr pueden pasar a la historia por sus aportes al campo del diseño biónico.
Resulta que en junio de este año, Herr fue galardonado con el premio Princesa de Asturias por diseñar y desarrollar las primeras piernas biónicas (las más avanzadas tecnológicamente hablando) inspiradas en el movimiento humano. Herr -víctima de un accidente que le ocasionó la amputación de sus piernas- es físico, doctor en medicina, tiene un máster en ingeniería mecánica y lidera el Grupo de Biomecatrónica del Instituto Técnico de Massachusetts (MIT).
Aunque su historia es bastante interesante y da mucho de que hablar, lo que llama la atención ahora es una competición deportiva que ocurrió el pasado fin de semana en donde los principales protagonistas eran deportistas con discapacidades mentales, sensoriales y motoras, equipados con prótesis u otros accesorios robóticos en sus cuerpos.
Los Cybathlon u olimpiadas biónicas se realizaron por primera vez en la historia en la ciudad de Zurich y allí compitieron en seis disciplinas diferentes personas con ceguera, parálisis cerebral, deficiencias intelectuales o amputaciones, que le demostraron al mundo el poder de los avances tecnológicos en esta materia.
Este certamen deportivo, organizado por la Escuela Politécnica Federal de Zurich, abarcó desde carreras de prótesis de brazo, prótesis de pierna, exoesqueletos y sillas de rueda, hasta carreras en donde estuvieron involucradas interfaces cerebro-computador y casos de estimulación funcional eléctrica.
Para las diferentes organizaciones, instituciones y empresas de tecnología que se dedican a la creación de prótesis biónicas y otros dispositivos similares, Los Cybathlon fueron una oportunidad para demostrar destrezas relacionadas con la realización de tareas diarias, a partir de prótesis o exoesqueletos.
Las olimpiadas biónicas albergaron 4.600 visitantes y 66 equipos internacionales, que recibieron al igual que en unos juegos olímpicos, medallas de oro, plata y bronce. Entre los países que se llevaron el mayor número de medallas se encuentran el Reino Unido, Suiza e Islandia.
Por su parte, las medallas de oro más sonadas fueron para los deportistas Numa Poujouly en la categoría carrera de interfaz cerebro-computador, quien compitió en representación del equipo Brain Tweakers de Suiza; Mark Muhn, proveniente del equipo Cleveland de los Estados Unidos y quien se destacó en la carrera de bicicletas por estimulación funcional eléctrica; Robert Radocy, líder de la carrera de prótesis de brazo y deportista del equipo Dipo Power de los Países Bajos; Andre Van Ruschen, ganador de la carrera de exoesqueletos e integrante del equipo ReWalk de Alemania; Helgi Sveinsson, mejor competidor en la carrera de prótesis de piernas e integrante del equipo Rheo Knee de Islandia; y Florian Hauser, líder de la carrera en silla de ruedas y representante del equipo HSR Enhanced de Suiza.
Imagen: Cybathlon.