Apropiar tecnología es una tarea que las empresas ya no pueden postergar. Entre más tiempo se demore una compañía en optimizar sus procesos con ayuda de herramientas digitales, frentes como las ventas, las comunicaciones, el servicio al cliente y la administración del negocio se verán atrasados y sin la posibilidad de responder de forma rápida a otros competidores más grandes o las exigencias del mercado.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) típicamente son las que más se demoran en tomar la decisión de usar soluciones tecnológicas, pero una vez se deciden, son también las que más rápidamente ven los beneficios de dichas implementaciones, especialmente en áreas sensibles del negocio como el departamento financiero y contable. Afortunadamente, para atender satisfactoriamente esta área existen programas como el ERP (Enterprise Resource Planning, por sus siglas en inglés), que además de facilitar la integración de ciertas transacciones (facturación y compras), los inventarios, la logística y la contabilidad, entregan también reportes actualizados y en tiempo real de la rentabilidad y el estado de las ventas de la compañía.
Sin embargo, optar por un ERP no es garantía de que todo mejorará al instante. Es importante evitar cinco errores comunes que Loggro -el software empresarial en la nube, desarrollado por la compañía PSL- nos advierte a continuación:
Desconocer las necesidades de la compañía: No todas las empresas manejan el mismo volumen de facturas e inventarios, por lo que la inversión en un ERP y lo robusta que debe ser la plataforma dependerá de las necesidades puntuales de cada negocio. Vale la pena recibir asesoría al respecto, para evaluar qué planes de ERP disponibles en el mercado se adaptan a la empresa -o dado el caso- si se puede configurar un plan personalizado para ésta.
Creer que la implementación será inmediata: La implementación de un ERP moderno es rápida, siempre y cuando el empresario haga el esfuerzo necesario por organizar y cargar sus datos. Debido a que un ERP integra diferentes ámbitos del área contable y logística de una empresa, implementarlo requiere la colaboración de todo personal involucrado en diversos departamentos y, por supuesto, del contador de la empresa. Para lograrlo, los colaboradores de la empresa deben capacitarse, dedicar tiempo al cambio, y estar dispuestos a usar el nuevo software ERP en su totalidad.
Comenzar la implementación sin una definición clara del resultado que se quiere: Este es un trabajo que debe iniciar, incluso, antes de que llegue el ERP. Para esto, es bueno preguntarse, por ejemplo, ¿cómo debe ser estructurada la contabilidad de la empresa?, o ¿qué procesos representan los mayores inconvenientes a solucionar? (¿Las cuentas por cobrar? ¿Las cuentas por pagar? ¿El manejo de proveedores?). Además, es útil tener en cuenta cuáles son los datos más solicitados por la gerencia, para asegurarse de sistematizar los reportes más críticos.
No hacer pruebas: Antes de empezar a ejecutar todas las actividades propias del área contable, de facturación y operativa a través del ERP, es importante realizar pruebas con el fin de verificar el correcto funcionamiento de los procesos. Por ejemplo, para gestionar la logística de una empresa (recepción y entrega de productos), es importante que el proceso de inventario de la empresa opere correctamente en el software. Si el ERP informa con exactitud cuál es el estado de dicho inventario, el proceso logístico se realizará a tiempo y sin dolorosas equivocaciones hacia los clientes.
Olvidar involucrar a la gerencia en su funcionamiento: Muchas veces, las áreas operativas y contables dominan el software de gestión, pero olvidan involucrar a la gerencia en su operación. Esto puede hacer que los tomadores de decisiones de un negocio queden alejados de la valiosa información que aporta el ERP a través de sus múltiples reportes, la cual resulta instrumental para gestionar la estrategia y rumbo del negocio en el día a día.
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