El mes pasado, en uno de esos grupos familiares de WhatsApp de los que todos hacemos parte hoy en día, una sobrina reenvió un enlace con un texto que decía algo así: “Ahora puedo ver con quién estás chateando en WhatsApp”. Poco después, varios miembros de mi cauta familia habían descargado el virus al que conducía el enlace, y que se hacía pasar por una útil app para fisgonear a los demás.
Tengo que admitir que sentí un placer malsano cuando varios de ellos tuvieron que restablecer sus teléfonos (dejarlos como salidos de fábrica, con lo que se pierde todo el contenido), ya que el virus les bloqueó el acceso a sus fotos, su música y otros contenidos. Varias de las víctimas se la pasaban enviando cadenas de pendejadas, noticias falsas y otras tonterías por WhatsApp, pero no quiero salirme del grupo porque esa app es mi único vínculo con varios familiares que viven fuera del país. Por eso, aunque el mal ajeno no suele alegrarme, pensé que la experiencia los volvería un poco más cuidadosos con lo que intercambian en WhatsApp.
Estaba equivocado. Poco después estaban enviando de nuevo los mensajes de siempre. Pero, reflexionando sobre el tema, ellos no son los únicos usuarios de Internet que, pese a que se comportan de forma cauta en aplicaciones como el correo electrónico, actúan como si WhatsApp fuera un reino inmaculado en donde no hay peligro alguno. De hecho, la mayoría de la gente lo hace.
Y es algo curioso, ya que hoy no son tantas las personas que dan clic en un enlace sospechoso y trillado que les llega por correo electrónico, como aquellos que invitan a la gente a restablecer su contraseña de Facebook o a introducir sus datos de acceso en el sitio web de su banco (es cierto, todavía hay gente que cae, pero muchos ya tienen claro de qué se tratan esos mensajes).
Por WhatsApp se intercambian todo el tiempo enlaces que conducen a malware, y en los que la gente sigue dando clic, pese a que tienen una pinta de virus más que evidente.
En cambio, por WhatsApp se intercambian todo el tiempo enlaces que conducen a malware, y en los que la gente sigue dando clic, pese a que tienen una pinta de virus más que evidente. Las personas simplemente son más laxas con la seguridad en WhatsApp. Y, como esta aplicación de mensajería de Facebook ya tiene más de mil millones de usuarios en el mundo, es un riesgo grande que seamos tan confiados.
Por WhatsApp circulan diversas modalidades de malware (software maligno), reportadas todo el tiempo por compañías de seguridad informática como Kaspersky, Eset y Symantec. Muchos de estos virus suelen introducirse en los teléfonos para robar información sensible –como datos financieros–, para realizar cargos de dinero a su cuenta de celular, para mostrarle publicidad de ciertos sitios, etc.
Y las personas caen en las trampas que permiten que ese malware penetre en sus teléfonos porque confían en lo que les reenvía otra gente por WhatsApp, pero por encima de todo por ingenuas, porque algunos de los trucos que se usan tienen una pinta bastante sospechosa.
Para que se haga una idea, entre las trampas más conocidas están las siguientes: un documento que llega anexo al mensaje con un supuesto cupón para un descuento (el documento en realidad es malware); una invitación a actualizarse gratis a la versión premium o gold de WhatsApp (la cual no existe); una invitación a bajar una app que permite ver los chats de otras personas en WhatsApp; la amenaza de que le van a empezar a cobrar por el uso de WhatsApp, a menos que reenvíe un mensaje a todos sus contactos; un enlace que le permite escuchar un mensaje de voz que supuestamente le dejaron en WhatsApp (este enlace llega por correo electrónico); un mensaje que lo invita a reenviar una comunicación a varias personas para ganarse una promoción de un almacén conocido; etc.
La principal recomendación para evitar malware en WhatsApp es la misma que se aplica al correo electrónico: no dé clic en los enlaces sospechosos que le llegan. Otras son: no descargue aplicaciones desde lugares distintos a las tiendas de apps de Apple y Google; e instale un antivirus en su teléfono Android. Para el iPhone no hay antivirus debido a la forma como funcionan las app en ese sistema: están aisladas en algo llamado ‘cajas de arena’, lo cual impide que tengan acceso al sistema operativo; eso en teoría hace que este sistema sea más seguro, pero además impediría que un antivirus pudiera realizar su función, y por eso no se venden antivirus para iOS.
¿Y qué pasa con las fotos y videos con chistes y otras cosas que tanto se disfrutan en WhatsApp? ¿Pueden contener virus? Sí. Sin ánimo de quitarle la gracia a esa app de mensajería, también debe ser cuidadoso. Por ejemplo, el mes pasado la empresa Check Point Security reportó un nuevo tipo de malware que se oculta en una fotografía –la cual luce normal en la vista preliminar–, pero que conduce a una página web que libera el malware en el teléfono. Ese software maligno luego permite al atacante ver el historial de mensajes, todas las fotos que se han compartido y enviar mensajes a nombre del usuario.
Imagen: iStock
Y como siempre, el que estudió Ingeniería de Sistemas en la familia, termina siendo el soporte de todos, con la etiqueta de “ayuda gratuita”.
Creo que hay que aclarar una cosa cuando menciona esto:
“…Para el iPhone no hay antivirus debido a la forma como funcionan las app en ese sistema: están aisladas en algo llamado ‘cajas de arena’, lo cual impide que tengan acceso al sistema operativo; eso en teoría hace que este sistema sea más seguro, pero además impediría que un antivirus pudiera realizar su función, y por eso no se venden antivirus para iOS….”
Android funciona igual mediante SandBox para aislar que las aplicaciones no puedan acceder a informacion de otras aplicaciones o a salirsen del espacio que les corresponde y esto viene desde el Kernel de Linux.
Respecto a “lo cual impide que tengan acceso al sistema operativo”
Las aplicaciones sean de iOS o Android tienen acceso a funciones o cosas del sistema operativo porque osino como trabajan? si se refiere a usar alguna caracteristica del sistema esta el tema de permisos sin dichos persmisos no pueden acceder a cosas donde se requiera autorizacion.
Tambien existen virus/malware para iOS y ya antes se ha demostrado incluso aqui mismo han publicado noticias de aplicaciones publicadas en el App Store que contenian malware.
Lo de WhatsApp y sus links si ellos bloquean links de cosas de Telegram deberian invertir ese esfuerzo en bloquear links de otras cosas como las de malware.
Lo de que las personas sigan callendo en estafas y similares normallnmete los que caen son personas que no tienen conocimientos de tecnologia y siempre son ingenuos y se creen todo lo que les llega, tambien porque sino tienen algun conocido que les diga que no hagan algo van a caer en cuanta estafa les llegue.
www. zdnet. com/article/iphones-are-much-more-unreliable-than-android-devices-claims-report/
“salirsen”? salirse! Por Dios…