Misterio. Esa es la palabra mágica que define ‘Lost’. Es la razón por la que millones de fans sintonizaron temporada tras temporada la serie. Su premisa no parece tan original o incluso llamativa (la idea de un naufragio en una isla deshabitada no es novedosa), pero la mezcla de ciencia ficción, fantasía e incluso acción dieron lugar a un fenómeno de la televisión que marcó la historia de la pantalla chica.
‘Lost’ tiene un fantástico episodio piloto, que quizás sea uno, sino es que el mejor capítulo en su historia. Es la entrada que marcará el tono permanente del show: la mezcla entre realidad y ficción, verdad y mentiras. Desde el inicio hay estas señales que nos aterrizan la historia al plano de lo real: tenemos un accidente, víctimas mortales y también un grupo de sobrevivientes. Pero al mismo tiempo se plantan las semillas de lo irreal: un oso polar, un chico con poderes sobrenaturales, una criatura de humo que acecha en la selva.
Los misterios son el corazón de ‘Lost’ y la serie sabe cómo cosecharlos. Sí, muchas de las preguntas que planteó nunca fueron contestadas. Pero cualquier fan te responderá que así es la vida: llena de preguntas que muchas veces no tienen solución o que nunca llegan de la manera que esperas. Una de las cosas que hace adictivo este show es que siempre te deja dudas abiertas, propone un destino para cada uno de los eventos que se desencadenan en la isla.
“Todo ocurre por un propósito”, lee el slogan de la publicidad de ‘Lost’.
Pero quizás un elemento favorito de muchos fans es la forma cómo el show convierte su escenario en un personaje más. Conforme las temporadas pasan, el espectador comienza a verla como un protagonista más en la historia. Algo (o alguien) con una especie de voluntad que es la principal razón de las desgracias y fortunas de sus personajes. Son pocos los shows que se han atrevido a hacer esto, y muchos menos aquellos capaces de convertir un pedazo de tierra en tan formidable villano como lo hace ‘Lost’.
Su elenco de personajes también es memorable, con algunos como Kate (Evangeline Lilly), Jack (Matthew Fox), Hurley (Jorge Garcia) o John (Terry O’Quinn). Y es el drama de sus historias lo que sin duda mantuvo durante tanto tiempo viva la llama de ‘Lost’. En algunos casos el mayor misterio no era la isla en sí, sino el pasado de esos sobrevivientes que parecía conectado con un significado mayor.
Quizás el final de ‘Lost’ no fuera el más satisfactorio. Pero no es el final del camino lo que importa, sino el trayecto que nos trajo allí. Esta serie construyó el puente para su última temporada con una trama que atrapa al espectador y una serie de preguntas que naufragan por tu cabeza. Es una historia que se pregunta por la fe y la ciencia. En la posibilidad de un destino mayor escondido en los actos de cada día.
Para cuando te das cuenta eres un náufrago más. Al final terminas siendo atrapado por la isla que es ‘Lost’.
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Sinopsis
Después de un accidente de avión los pasajeros del vuelo Oceanic Airlines 815 se despiertan en lo que parece ser una isla deshabitada. Sin embargo, hay una serie de misterios que no encajan de todo con lo normal.
Puedes verla en
Las seis temporadas del show están disponibles en Netflix.
Imágenes: capturas de pantalla.