Los robots se han creado un espacio importante en las áreas de la salud. Desde 2014 se habla de la posibilidad de que ellos realicen cirugías a los astronautas. En esta ocasión, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) crearon diminutos robots capaces de detectar su entorno, almacenar datos y llevar a cabo tareas de computación. Estos dispositivos son del tamaño de un ovulo humano aproximadamente. Así lo aseguro el portal del MIT.
Cómo funcionan estos robots
Cada robot está compuesto de diminutos circuitos electrónicos hechos de materiales bidimensionales. Además llevan a cuestas minúsculas partículas llamadas coloides, (moléculas insolubles de tamaño nanométrico). Estas son capaces de permanecer suspendidas indefinidamente en un líquido o incluso en el aire. Al acoplar estos pequeños objetos a circuitos complejos, los investigadores esperan sentar las bases para dispositivos que podrían dispersarse para realizar viajes de diagnóstico a través de cualquier entorno. Este puede ser el sistema digestivo humano, oleoductos, gasoductos o a través del aire para medir compuestos en el interior un procesador químico o refinería.
Michael Strano, profesor de ingeniería química de Carbon en el MIT, sugiere que lo más importante de estos dispositivos es que sean móviles, ya que les permitiría ser más funcionales.
Los minúsculos robots fabricados por el equipo del MIT son autoalimentados (no requieren fuente de alimentación externa ni baterías internas). Para tener un funcionamiento óptimo se requiere un fotodiodo (semiconductor sensible a la incidencia de la luz) que proporciona el ‘goteo de electricidad’ que los robots necesitan para alimentar sus circuitos de computación y memoria. Así, pueden recolectar información sobre su entorno, almacenar esos datos en su memoria y leer los datos después de haber cumplido su misión.
Tales dispositivos podrían ser potencialmente utilizados con fines de diagnóstico en el cuerpo. Por ejemplo para pasar a través del tracto digestivo en busca de signos de inflamación u otros indicadores de enfermedad.
Además, en su última instancia, podrían ser una gran ayuda para la industria del petróleo y el gas, ya que detectarían cualquier tipo de fuga a tiempo, dice Strano.
Imagen: MIT