En 2011 Sony le apostó a una guerra con Nintendo en el mercado de las consolas portátiles. Así, la PS Vita vio la luz, con la esperanza de brindar algo de variedad al monopolio de la NintendoDS. Ayer, 20 de septiembre de 2018, se ha anunciado de manera oficial la muerte de la PS Vita. Se trata de una sentencia que, a estas alturas, a absolutamente nadie sorprende.
La noticia llega de las manos de Hiroyuki Oda, presidente de Sony Interactive Entertaiment. El ejecutivo informó que la fabricación de PS Vita se detendrá en 2019. La información la compartió a través de una entrevista a Gematsu, el medio de videojuegos. Más importante, confirmó que la compañía no tiene ningún plan de traer un sucesor de su consola portátil.
“Actualmente, no tenemos ningún plan con respecto a un nuevo dispositivo portátil. En Japón, fabricaremos PlayStation Vita hasta 2019. Desde allí, el envío finalizará”, afirmó Oda.
PS Vita: Un funeral anticipado
Este año hubo varias señales que anunciaban que los días de la PS Vita estaban contados. Por ejemplo, se informó que a partir de 2019 PS Plus, el servicio de suscripción de Sony, dejaría de entregar juegos gratis a la consola. Más adelante, se informó que la compañía estaba finalizando el cierre de fabricación de cartuchos físicos de juegos de la PS Vita. Así, a pocos debería sorprender el último desarrollo en esta historia.
Pero incluso sin estas señales, la consola portátil de Sony estaba agonizando hace mucho tiempo. Aunque en Asia siempre gozó de popularidad entre el público, la PS Vita nunca despegó en el mundo ni logró competir contra el dominio claro que tiene Nintendo en este mercado. Una muestra de la forma como Sony se rindió con ella es el hecho de que en los dos años previos a su muerte hubo una ausencia notoria de nuevos juegos de renombre que impulsaran sus ventas.
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Para el final de su vida, la PS Vita había vendido cerca de 16 millones de copias en todo el mundo, aproximadamente. En comparación, la Nintendo 3DS (su rival directo) ha vendido en el mismo periodo de tiempo 72,89 millones de consolas en el mundo, según datos entregados por Nintendo.
Con estas cifras, no es sorpresa que Sony tirara la toalla. También es claro que la compañía no pretende seguir batallando con una nueva generación de máquinas, al menos por el momento. Dicho esto, no se puede descartar que aproveche las lecciones que le dejó la Vita y el surgimiento de otras propuestas. Por ejemplo, es posible que la compañía haya aprendido del éxito de la Switch y en futuro no lejano le apueste a un hibrido similar al de Nintendo.
Imágenes: Sony