Es importante, primero que todo, definir qué es RPA (‘robotic process automation’, o automatización de procesos con robots). Es cuando se usan programas o ‘bots’ para capturar información, interpretar aplicaciones que procesan transacciones, manipular datos, obtener respuestas y comunicarse con otras aplicaciones.
El proceso de implementar RPA puede ser tan sencillo como tener un robot que solamente conteste correos electrónicos o, más complejo, como la instalación de muchos ‘bots’ para automatizar procesos en una aplicación importante de la empresa como el ERP. El RPA sirve para rebajar costos en recursos humanos y reducir los errores que cometen. Por ejemplo, un banco rediseñó sus procesos de atención de reclamos e implementó 85 ‘bots’ para hacerse cargo de 13 procesos, atendiendo 1,5 millones de reclamos por año. Esto equivale a tener 200 empleados más haciendo lo mismo, pero a un costo del 30 %.
Para el 2020, según Gartner, RPA e inteligencia artificial van a reducir la necesidad de empleados en centros de servicios compartidos en un 65 % y el mercado de RPA va a subir a 1 billón de dólares. La implementación de RPA también tiene sus contras, como que no todas se hacen de manera exitosa y tienen que ser suspendidas o canceladas. De hecho, son muchas las que no funcionan como lo esperado y se deben suspender, y varios responsables de la tecnología en empresas, al ver esto, se niegan a instalar más ‘bots’. Según un estudio de Deloitte UK, solo el 3 % de empresas han instalado más de 50.
Hay que pensar en el futuro de los trabajadores
Esta tecnología, la de RPA, inteligencia artificial y aplicaciones cognitivas, que sirven para reemplazar empleados en procesos rutinarios como en centros de llamadas, digamos, se irá consolidando con el paso del tiempo y será algo que les va a servir mucho a las empresas para la ejecución de sus tareas. Esto lleva a que muchos empleados sean retirados de sus puestos de trabajo o reubicados.
La ministra de las TIC, Dra. Constaín, y el ministro del Trabajo deben ir pensando qué alternativas hay para aquellas personas que queden desocupadas cuando esto coja vuelo. Lo importante es que las decisiones que se tomen no vayan a parar el uso de estas tecnologías porque la brecha abismal se podría tragar a Colombia.
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¿Cuándo será que en este país pensemos en positivo? Miremos hacia adelante en vez de agrandar los huecos que nos están consumiendo y demos ideas positivas en lugar de ataques y contradicciones.
Publicado con autorización de El Tiempo.
Imágenes: Geralt (vía Pixabay).