¡Una muñeca y un huevo, los verdaderos influencers de las redes!

Internet y sus redes sociales (especialmente Instagram, Twitter, YouTube y Facebook) siempre nos sorprenden, positiva y negativamente. Nos muestran todos los días lo peor y lo mejor de la humanidad. Pero, a veces, nos sorprenden por cosas demasiado descabelladas, como una larga conversación de meses, con artículos en medios y todo, sobre el color de un vestido en una foto. ¿Azul con negro o blanco con dorado? Fue la pregunta más recurrente y viral en 2015.

Y, así como el vestido, cada día salen más y más cosas superfluas y sin sentido que cobran relevancia gracias a Internet y de las que todos se aprovechan sin cesar, incluidas las marcas, que ven ahí una oportunidad de publicidad viral. El caso más reciente es el del accidentado entierro del pajarito Chimuelo.

Los influencers en Colombia, una comunidad que se ayuda

Ahora, literalmente, cualquiera puede volverse famoso gracias a las redes sociales. El caso más claro son los influencers, personas común y corrientes, en su mayoría adolescentes que apenas están terminando o acabaron el colegio, que saben manejar las redes sociales a sus anchas y, con videos de diferentes temas (aunque los más populares son los cómicos), ganan millones de seguidores, atraen marcas y vuelven de eso un negocio muy rentable.

Para leer más sobre Instagram, ingresa a este enlace.

Los influencers en Colombia (no sé si pasa igual en todo el mundo) son un caso fantástico. Básicamente han creado comunidades en las que todos se ayudan. Unos aparecen en los videos de los otros, en sus historias recomiendan las nuevas publicaciones de los demás y otras cosas por el estilo. Muchas veces, incluso, reciben ayuda de famosos de otra áreas, como la música, la actuación o el deporte (casi siempre colombianos, aunque en el ejemplo está Jason David Frank, que interpretó a Tommy Oliver, el Power Ranger legendario [originalmente el verde]), que también se pueden considerar influencers. En fin, no compiten, se ayudan, y esas son de las cosas bonitas que uno encuentra en Internet y que devuelven la fe en la humanidad.

https://www.instagram.com/p/BsMXxGMBBtY/

https://www.instagram.com/p/Bq8c-I0BsG5/

https://www.instagram.com/p/BqbGgjYHhMa/

Pero no deja de ser un mundo que se mueve por cifras: cantidad de seguidores, cantidad de likes, cantidad de vistas. Y en ese rubro uno encuentra cosas sorprendentes. Es medianamente lógico que una publicación de una cuenta con millones de seguidores (sea algo muy trabajado o no) tenga millones de likes, por la razón que sea: porque les parece cómica, linda, tierna, sexy o porque simplemente es de un famoso.

Ese huevo tiene récord… ¿o al revés?

Pero que un huevo, un simple huevo, llegue a más de 30 millones de likes (y en aumento), siendo la foto que más gusta en Instagram en todos los tiempos, superando a la del anuncio del nacimiento de la hija de Kylie Jenner (tiene poco más de 18 millones de likes), es otro nivel.

https://www.instagram.com/p/Be3rTNplCHf/

¿Cómo lo logró? Simple: los usuarios lo consiguieron. No sé si se trata de un experimento social, pero alguien abrió una cuenta llamada Egg Gang (@world_record_egg) y solo hicieron una publicación con la foto de un simple huevo marrón y un texto que indica la intención de la cuenta: romper el récord mundial de la foto con más likes, superando a la de Jenner. Entonces, la gente comenzó a compartir y pedir likes para el huevo. La cosa fue tan exitosa que en menos de 15 días alcanzó 3,5 millones de seguidores, muchas cuentas falas y, claro, el récord que buscaba. ¡Felicitaciones, huevo!

https://www.instagram.com/p/BsOGulcndj-/

La muñeca de los 87 mil seguidores

Pero este no es el único caso extraño. Como pasa con muchas personas, que crean una cuenta para su mascota o su hijo, a la famosa tenista Serena Williams y a su esposo, el cofundador de Reddit, se les ocurrió, tal vez a manera de broma, crearle una cuenta en Twitter e Instagram al juguete de su hija, Alexis Olympia Ohanian Jr., la muñeca Qai Qai (@RealQaiQai).

Al principio publicaban imágenes del juguete en cualquier posición de abandono, tirada en el suelo, en un sofá, sobre una mesa o con las piernas y los brazos rotos, pero sin texto. A las personas les encantó por pesar, por empatía, por alguna interpretación sobre un simbolismo de las fotos sobre la realidad o lo que sea. Lo cierto es que empezaron a dar like, compartir y generar conversación.

Ante la acogida, la muñeca evolucionó y comenzó a tener voz mediante textos en sus publicaciones y ahora tiene una versión animada y expresiva, que causa aún más empatía con sus fanáticos, que cada vez son más. El dato es menor en Twitter, pero en Instagram cada imagen tiene miles de likes y cientos de comentarios. La cuenta ya tiene más de 87 mil seguidores en Instagram y más de 15 mil en Twitter.

Estas dos últimas cuentas demuestran que en redes sociales cualquiera, realmente cualquiera, con algo de conocimiento de qué les gusta a los usuarios, de cómo se mueven Internet, de qué puede ser viral y cómo ganar seguidores puede volverse popular y tener muchos seguidores. El mundo cambió radicalmente, hasta un huevo y una muñeca, sin ningún talento especial, pueden ser famosos; antes se requería de un poco más de esfuerzo y talento… antes se necesitaba hacer algo para ser famoso.

Imágenes: @world_record_egg y @RealQaiQai (vía: Instagram)

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

View all posts

Archivos