Parece un trabalenguas, pero es así: la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, está organizando una conferencia titulada ‘El mundo de los medios de comunicación después de WikiLeaks y News of the World’, pero bloqueó a los propios conferencistas de la organización, reconocida por la filtración de cables diplomáticos documentos confidenciales de gobiernos.
En un comunicado oficial publicado a mediodía (hora colombiana), WikiLeaks denunció que la Unesco bloqueó la participación de voceros de su organización en el certamen, al que asistirán unos 200 periodistas y expertos en comunicación de todo el mundo para debatir sobre el presente y el futuro del sector ante el fenómeno de WikiLeaks y el escándalo de las ‘chuzadas’ del periódico News of the World.
Según el comunicado, el argumento de los organizadores para censurar a WikiLeaks fue inesperado y paradójico: “Libertad de expresión… nuestro derecho de darles voz a los ‘speakers’ de nuestra elección”.
Julián Assange, fundador de WikiLeaks, reaccionó con vehemencia ante esta situación: “Unesco ha hecho de sí mismo un chiste internacional de los derechos humanos. Usar la ‘libertad de expresión’ para censurar a WikiLeaks en una conferencia sobre WikiLeaks es un absurdo orwelliano que va más allá de las palabras. Es un abuso intolerable a la constitución de la Unesco”.
Y no se quedó ahí: Assange invitó, sin dar detalles, a que se hiciera una manifestación contra la Unesco al estilo de las de indignados que se hicieron en Estados Unidos semanas atrás, y habló de que “es tiempo de ‘occupy’ Unesco”.
Además, pidió una investigación inmediata: “Unesco debe llevar a cabo una investigación completa, franca y abierta sobre su constitución, en la cual sus tareas son promover la libertad de expresión, la libertad de información y la libertad de comunicación, ha llegado a ser un burdo instrumento de censura. La Unesco debe demostrar que los juegos de poder al estilo de la guerra fría por parte de Estados Unidos o cualquier otro país ya no son algo aceptable”.
La conferencia, programada para el 16 y el 17 de febrero en la sede central de la Unesco en París, ahora será más visible que lo que planeaba la organización internacional. Los medios de comunicación del mundo aún no han dado despliegue a la noticia de la censura a WikiLeaks, pero en Twitter ya se han iniciado las protestas y las muestras de apoyo a WikiLeaks, y ya se está organizando una manifestación frente a las instalaciones de la Unesco, con el hashtag #OccupyUNESCO.