Gabriel García Márquez era muchas cosas además de escritor. Se le conocía como un cinéfilo y escritor de guiones. Una de esas anécdotas de su vida, que parecen sacadas de uno de los relatos en ’12 Cuentos peregrinos’, fue de aquella ocasión en la que viajó a Japón, haciendo una escala en Nueva York, para conocer a dos de los directores que más admiraba: Woody Allen y Akira Kurosawa. De hecho, el legendario director nipón estaba obsesionado con adaptar el ‘Otoño del patriarca’, pero ambientada en el Japón feudal.
Otra anécdota que uno se encuentra sobre la pasión del nobel ha sido titulada por varios portales como “el día en que Gabo rescató ‘La estrategia del caracol’”. Sergio Cabrera, director de la película, confesó que García Márquez estuvo enamorado de la idea de un grupo de personas que se trasteaban su casa entera. Tres años después de grabada, cuando el metraje se estaba llenando de polvo en una bodega porque a Cabrera se le había acabado el dinero, Gabo vio el material y ese mismo día le ofreció toda la ayuda para que llegara a las salas de cine.
Gabo y el cine son dos ideas inseparables. Como los Buendía y Macondo, los coroneles y sus gallos o el cólera y los primeros amores. Ayer (martes 6 de marzo), el nobel habría cumplido años; esto y el anuncio de Netflix de llevar ‘Cien años de soledad a la pantalla’ nos dan una buena excusa para seguir hablando de su historia en el cine y la televisión.
La historia de las adaptaciones de Gabo
Adaptar una novela ya de por sí es un reto. Pero cuando uno le suma el realismo mágico de García Márquez, es difícil imaginar cómo traspasar el lenguaje del nobel al lente de una cámara. Esto no quiere decir que directores y productores no lo intentaran.
Unos de los primeros intentos se hicieron en 1987, cuando el director Francesco Rosi adaptó ‘Crónica de una muerte anunciada’, que estuvo protagonizada por Rupert Everett, Ornella Muti, Gian Maria Volonté, Irene Papas, Lucía Bosé y Anthony Delon.
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En 1999 el director Arturo Ripstein filmó su versión de ‘El Coronel no tiene quién le escriba’, protagonizada por Fernando Luján, Marisa Paredes, Salma Hayek y Rafael Inclán. Una cinta más reciente es la versión de ‘El Amor y otros demonios’ dirigida por la costarricense Hilda Hidalgo, que se estrenó en 2010.
Quizás la que más fresca está en la memoria de muchos fue la interpretación de del director británico Mike Newell de ‘El amor en los tiempos del cólera’, que se pensó como una adaptación para Hollywood en vez de una cinta más regional. Entre algunas de las cosas por las que la cinta es recordada es por contar con el talento de Javier Bardem, Giovanna Mezzogiorno, John Leguizamo, Catalina Sandino (recordada por su nominación al Óscar gracias a ‘María llena eres de gracia’) y Benjamin Bratt.
Gabo también gustaba de adaptar a otros
El nobel no solo disfrutaba ver las películas, sino que también escribía guiones. Como usualmente uno jamás es profeta en su propia tierra, Gabo fue un escritor prolífico para proyectos audiovisuales en México. Allí se encargó de participar (aunque bajo un seudónimo) en ‘El gallo de oro’ (1964), de Roberto Gavaldón y ‘Tiempo de morir’ (1966), de Arturo Ripstein.
También metió la mano en los libretos de ‘En este pueblo no hay ladrones’ (1965), ‘Patsy, mi amor’ (1968), ‘Presagio’ (1974), ‘María de mi corazón’ (1979) y ‘El año de la peste’ (1979).
A modo personal, una de esas cintas sorpresa que vine a descubrir que tenían la firma de Gabo años después fue ‘Milagro en Roma’, una cinta de 1988. La película cuenta con el talento colombiano de Frank Ramírez, que interpreta al padre de una niña que fallece, pero cuyo cuerpo, años después, sigue por completo intacto. Así que este oficinista viaja hasta Roma para pedirle al Papa que la santifique. Aquellos que son lectores asiduos de Garcia Marquez reconocerán esta misma historia como ‘La santa’, uno de los relatos en ’12 Cuentos Peregrinos’.
Así es, Gabo se adaptó seis años antes de que su compilación se publicara.
Imágenes: 20th Century Fox.