A tan solo semanas de que entrara en funcionamiento, Google tuvo que desistir de su idea de conformar un consejo ético que le ayudará a tomar decisiones e hiciera auditorias de los negocios de la empresa relacionados con tecnologías como la inteligencia artificial y el reconocimiento facial.
El consejo, esencialmente, estaría conformado por personas externas a la empresa, pero con el reconocimiento y experiencia en tecnología, ética y economía para realizar esta labor. Sin embargo, después de anunciar los miembros del consejo, diferentes empleados se quejaron por las personas que lo conformaban. Por ejemplo, la presidente del grupo, Kay Cole James, es acusada por los empleados de Google por tener posiciones anti transgénero, LGBTQ y antimigrantes; de hecho, es la fundadora de una organización llamada Heritage Fundation, explicó el portal Cnet.
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Google seguirá siendo responsable de sus propias decisiones
En un comunicado, un vocero de Google afirmó que el consejo no podía crearse tal y como lo había planeado inicialmente la empresa. Por este motivo, aseguró que Google volverá a la mesa de dibujo –una metáfora para referirse a planear o poner la línea entre lo bueno y lo malo a medida que la tecnología va avanzando–. Esto significa que la compañía seguirá haciéndose responsable de cada una de las decisiones que toma.
“Esto demuestra que la organización de empleados, la solidaridad y el trabajo colectivo funcionan. Es bueno que hayan cancelado el proyecto del consejo. Pero ahora debemos preguntarnos por qué Google se sintió cómodo poniendo en este rol a una persona como Kay Cole James”, le dijo una estudiante de la Universidad de Washington del laboratorio de ecología de los datos al portal The Guardian.
Imagen: JHVEPhoto (Vía iStock).
