Con el descubrimiento de agua salada
y oxígeno bajo la superficie de Marte, algunos científicos creen que hay una gran posibilidad de que en el planeta rojo haya existido vida o, incluso, todavía exista, pero en forma de microorganismos o seres multicelulares. Formas primitivas de vida que existieron en la Tierra hace miles de millones de años. Incluso cabe la posibilidad de que, como en nuestro planeta, haya microbios anaeróbicos (que no respiran oxígeno) o extremófilos (capaces de vivir en condiciones extremas), como los tardígrados, también conocidos como Osos de agua.
Sin embargo, hasta ahora esa posibilidad de vida en Marte no ha sido comprobada y se considera simplemente una teoría. Pero un reciente estudio, publicado en Open Astronomy por investigadores húngaros, indica que un meteorito marciano encontrado en Allan Hills, en la Antártida, en una expedición hecha por el Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón, entre 1977 y 1978, tendría evidencias que comprobarían que el planeta rojo albergó vida en algún momento de su historia.
Los marcianos invadieron el meteorito
Luego de hacerle un estudio a una delgada sección del meteorito, llamado ALH-77005, mediante microscopía óptica para microtextura y microscopía FTIR-ATR (técnica que se basa en el uso de infrarrojos para materiales biogénicos y materiales orgánicos), encontraron firmas biogénicas de un microbio oxidante del hierro.
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Esto hizo que los investigadores concluyeran que el meteorito guarda muestras de una forma de vida primitiva y microscópica que pudo habitar Marte y que, incluso, podría seguir viviendo en el territorio marciano. Sin embargo, la investigación no es concluyente y harán falta investigaciones más profundas de Marte para establecer, a ciencia cierta, si hay o hubo seres vivos en ese planeta, aunque sea en formas minúsculas y primitivas.
Hasta que eso pase, la comunidad científica seguirá dividida al respecto, porque algunos creen que el planeta rojo no tiene ni tuvo las condiciones para albergar vida, pero, a la luz de las últimas evidencias que han surgido, la posibilidad está latente y el debate sigue abierto, hasta que algún estudio concluyente demuestre que uno u otro lado tiene la razón.