Colombia es un país en donde, por lo general, las buenas decisiones o propuestas de buenos proyectos se entorpecen porque los partidos políticos opositores al que los propone creen que con eso ganan.
La ley que ha propuesto el Ministerio TIC ha recibido toda clase de objeciones, entre las cuales se puede mencionar la de Germán Vargas Lleras, no porque sea mala sino porque viene de un partido o de un político que no le agrada al que genera estos conceptos.
¿Cuándo, en nuestra nación, las buenas ideas recibirán apoyo porque benefician al país, porque solucionan problemas, porque abren puertas a inversionistas y otras ganancias, sin importar de dónde provengan?
Todo lo que sucede es un contrapié que desvía o demora al país para que pueda tomar el mejor rumbo, solo por intereses políticos. Un ejemplo de los contrastes absurdos que se presentan es el de Uber, que el año pasado pagó 34.000 millones de pesos en solo seis meses por concepto de IVA, y sin embargo la Superintendencia de Transporte no lo deja publicitar sus servicios en medios de comunicación ni vallas públicas. Vaya contrasentido.
Ya es hora de que miremos para adelante pensando en el bienestar del país. La ley de modernización del sector TIC, que debe presentarse en poco tiempo al Congreso para su debate, tiene que ser aprobada. Seguramente tendrá algunos ítems que puedan mejorarse, pero esto no debe ser obstáculo para que se le dé el visto bueno y se tengan en cuenta las mejoras por hacerle para incluirlas más adelante, cuando se regule. Según la lógica, es mejor contar con esa ley y mejorarla más adelante que no contar con ella durante varios años más.
Todos para adelante, no unos contra otros
Necesitamos que el país esté conectado, y con esto me refiero a todos los municipios, instalando la última milla. Se debe modernizar el sector TIC para que se tenga un solo ente regulador de las telecomunicaciones, ojalá independiente del Gobierno, y este debería vender sus acciones en operadores de telecomunicaciones e internet, ya que eso, como lo mencioné en una columna anterior, no es bueno para futuros inversionistas y les quita imparcialidad a sus decisiones sobre esta materia, sin ente regulador independiente.
Qué país tan complicado es Colombia. Todo es difícil. Las señales de ‘Prohibido parquear’ significan que sí se puede hacer, porque no es sino ver cómo no sirven para nada, y la policía poco se hace presente. Las obras de las calles de poco sirven porque o nuestros ingenieros son pésimos o la platica se está perdiendo o se la están robando o a nadie le importa cómo quedan. ¿Por qué en otros países sí quedan muy bien y aquí no?
Publicado con autorización de El Tiempo.