Semaforización inteligente – Columna de Guillermo Santos

Semaforización inteligente

Ciudad inteligente es un concepto muy amplio y, a veces, difícil de concretar. Se trata de ciudades conectadas con aplicaciones que hacen que haya mayor seguridad, mejor tráfico, mejor servicio público y beneficios en los procesos privados a sus habitantes, y al traducirlo en aplicaciones y servicios automatizados puede ser algo muy extenso. Pero hay que hacerlo y darles prioridad a aquellas aplicaciones y usos sistemáticos que resuelvan los peores problemas de la ciudad.

Para ponerlo en palabras prácticas, diría que la seguridad es el primero; el tráfico, el segundo; la atención de la ciudad a sus ciudadanos, el tercero, y se pueden seguir enumerando. Lo importante es que el alcalde de turno entienda que darle inteligencia a la ciudad en la que gobierna es algo fundamental, y para eso debe establecer las prioridades de los problemas y diseñar e implementar proyectos que de verdad los resuelvan, pero desde el comienzo de su período y no al final, porque el alcalde entrante suele echar todo para atrás y se pierde la plata de los estudios y se tiene que empezar de nuevo.

Semaforización inteligente

La semaforización inteligente, que viene con luz led que ahorra energía y mejora el tráfico de automóviles y el tránsito de peatones –y, en teoría, los semáforos no se van a apagar porque tienen batería que hará que aunque se vaya la luz estén activos durante varias horas más–, se compone de muchos semáforos que se controlan desde un centro con computadores, lo cual hace que su dinámica sea buena e inteligente porque cada semáforo recopila información que hace que se administre para que el tráfico de la intersección se mejore.

No solamente semforización inteligente

Este proyecto –lo he escrito antes– se pudo haber complementado con cámaras y un sistema inteligente que analice las caras que esté grabando la cámara, acceda a una base de datos de delincuentes presos que han sido liberados –que, por causa de nuestra injusta justicia, son muchos– e informe a la policía sobre su presencia en sitios de alta vulnerabilidad o en los que se presentan numerosos robos o circula mucha gente.

Es un pesar que este proyecto –que, en mi opinión, por esta razón nació un poco cojo– no se haya aprovechado para también mejorar la situación de pésima seguridad que existe en las calles de Bogotá. Pero algo es algo. La semaforización inteligente debe de estar lista finalizando este semestre. Vamos a ver.

Publicada con autorización de El Tiempo.

Imágenes: Foto Ruhrgeblet (iStock); Wikimediaimags (Pixabay).

Guillermo Santos

Guillermo Santos

Yo soy, como me han calificado algunos de mis jóvenes amigos, un 'nerd' de vieja escuela, o como me lo dijeron textualmente, un 'old-school nerd'. Hice mi tesis con tarjetas perforadas en código EBCDIC, que se ejecutaban en un IBM 1130 que ocupaba todo un piso en la Universidad de los Andes. De esta institución salí graduado de Ingeniero de Sistemas y Computación en 1972. Programar era mi principal afición. Lo hice en lenguajes poco conocidos ahora tales como Cobol, Fortran, Lisp, PL/1 y Snobol. Para hacerle honor al apellido, decidí escribir, sobre tecnología obviamente, y en 1983 fundé la sección más antigua de tecnología en Suramérica publicada en cualquier periódico de tiraje nacional. En 1995 trasladé esas ganas de escribir sobre el tema que me apasiona a las revistas, y le di vida a Enter, ahora ENTER.CO, la primera revista de tecnología en Colombia. Soy aficionado al fútbol, tanto que fui presidente de Millonarios por dos años; amante del trote, del golf y del cine. Pero el centro de mi corazón esta inmerso en 'el mundo de la tecnología', como le puse a mi columna editorial en el diario El Tiempo, la que estoy escribiendo todos los lunes desde el 24 de enero de 1994. Pero principalmente colombiano, orgullosamente colombiano.

View all posts

Archivos