El Universo cada día nos demuestra que, a pesar de estar en él hace millones de años, lo conocemos tan poco que hasta los objetos más cercanos todavía nos esconden algunos secretos. La Luna parece tan cercana, tan nuestra, tan conocida porque la vemos noche a noche y porque ya algunos hombres la han pisado, que creeríamos que ya sus secretos han sido desvelados. Pero estamos muy equivocados.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Baylor, en Waco (Texas, Estados Unidos) realizó una investigación, cuyos resultados, que publicaron en Geophysical Research Letters, señalan que se encontró una masa de 2,7 quintillones de kilos, que, según CNN, se traduce como 2.177,000.000.000.000.000.000 de kilos, lo que habla del inmenso tamaño del hallazgo.
La masa fue encontrada bajo la superficie de la cuenca Aitken, ubicada en el polo sur de la Luna, y considerado el cráter o estructura de impacto más grande de nuestro sistema solar, debido a su forma ovalada de 2.000 kilómetros de diámetro y 12 kilómetros de profundidad, que no se puede ver desde la Tierra porque está en el lado oscuro de nuestro satélite natural, como señala Peter James, profesor asistente de geofísica planetaria de la Universidad de Baylor y autor del estudio, en un comunicado publicado en la página de esa institución educativa.
Hay una explicación… no, no son aliens
Según James, el objeto parece tener metal del asteroide que se estrelló contra la Luna hace unos 4.000 millones de años y formó la inmensa cuenca Aitken y, luego de dispersarse, formó la masa recientemente encontrada. “Imagina tomar una pila cinco veces más grande que la Isla Grande de Hawai y enterrarla bajo tierra. Eso es, aproximadamente, la cantidad de masa inesperada que detectamos”, explicó el investigador en el texto.
Sin embargo, los investigadores tienen otra hipótesis: hay una posibilidad de que la masa sea producto de una concentración de óxidos densos, asociados con la última etapa de solidificación del océano de magma lunar, explica en su el artículo James. O, bien, se me ocurre a mí que a George Méliès se le quedó una parte de la escenografía de la película de 1902 ‘Viaje a la Luna’ (está bien, no).
Para leer más sobre la Luna, ingresa a este enlace.
El investigador agrega que “sea lo que sea y venga de donde venga” esa inmensa masa ha estado hundiendo por más de 800 metros la cuenca, que él califica como “uno de los mejores laboratorios naturales para estudiar eventos de impacto catastrófico, un proceso antiguo que dio forma a todos los planetas rocosos y lunas que vemos hoy”.
La masa fue encontrada luego de compilar y combinar datos de las naves espaciales de la misión del Laboratorio de recuperación de gravedad e interior de la Nasa y del Orbitador de reconocimiento lunar sobre la topografía del satélite, con los que buscaban medir los cambios sutiles de la fuerza de gravedad alrededor de la Luna, que todavía guarda algunos secretos.
Imágenes: Nasa.