Llevar una empresa a nuevos mercados ahora requiere el apoyo de tecnologías
como la inteligencia artificial (IA), que ha ganado protagonismo en todos los campos, entre ellos la medicina, incluso en las apps relacionadas con ese sector. Un ejemplo es el de SitiDoctor, una aplicación móvil para atención de personas enfermas. Sin embargo, según estimaciones del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), aunque las empresas están adoptando nuevas formas de trabajo, en Colombia solo el 1,8 por ciento utiliza herramientas de inteligencia artificial.
¿Por qué sucede eso? Le llevamos la inquietud a una empresa que conoce el tema de IA. Se trata de MDS Digital, que nació hace 20 años en Estados Unidos y cuyo foco principal ha sido el desarrollo de software. A esta línea de negocio agregó después el marketing digital, las redes sociales y la unidad de inteligencia artificial. Usando las tres líneas al tiempo, busca desarrollar estrategias 360 para el ecosistema digital de una marca o una empresa, de manera que les permita tener centralizada la información y usarla con inteligencia artificial para optimizar la toma de decisiones estratégicas de sus clientes.
Debido a esta experiencia en el mercado, hablamos con ellos para analizar por qué los empresarios en Colombia no aplican las herramientas de la inteligencia artificial como un aliado para fortalecer la presencia en los diferentes mercados. Sebastián Urquijo, líder del equipo de inteligencia artificial de MDS Digital en Colombia, nos dijo lo siguiente sobre ese tema.
ENTER.CO: ¿Cuáles son las limitaciones de los empresarios para implementar la inteligencia artificial en sus negocios?
Sebastián Urquijo:
La limitación principal es la efectividad en el cambio de mentalidad de los directivos de las empresas en cuanto a compartir los datos se refiere. Hace tiempo estamos hablando del big data y la importancia de la recopilación de datos de los usuarios. Pero para poder analizar esa información es necesario compartir los datos con otras compañías que beneficien a mi empresa. Por ejemplo, una aerolínea puede compartir los datos de sus usuarios con la empresa de taxis del aeropuerto para saber las horas de llegada y el comportamiento del flujo en la terminal aérea.
La segunda barrera es el no tomar decisiones estratégicas en tiempo real por falta de agilidad. Las empresas necesitan dejar de lado las jerarquías y trabajar en equipo; es decir, no esperar a fin de mes para tomar las decisiones que beneficien el negocio. Y la tercera es que las empresas no saben qué es la inteligencia artificial y cuál es su alcance. Aún existen personas que piensan que esta tecnología se traduce en máquinas que le roban el empleo al ser humano.
¿Por qué los empresarios desconocen la inteligencia artificial?
Un punto clave es la calidad de la educación, que está en la misma línea del desconocimiento. La Universidad de los Andes, por ejemplo, realizó un estudio en el que identificó que las juntas directivas consultan a un experto cuando requieren tomar decisiones de transformación digital en sus empresas. Así que en muchas ocasiones el desconocimiento lleva a estos equipos de trabajo a dejar pasar la oportunidad de implementar esta herramienta. Llevamos cuatro años y todavía no es suficiente el número de profesionales de la nueva generación que acatan el llamado.
¿Cuáles son los beneficios de la inteligencia artificial?
Hay tres frentes específicos donde se puede entender el valor agregado de esta tecnología, pero depende de la naturaleza del negocio. El primer frente es la personalización, la cual puede ser explicada en un medio de comunicación digital. Si yo identifico cuáles son las noticias, los titulares y las imágenes más llamativas para mis lectores, puedo personificar la plataforma para que esos usuarios permanezcan más tiempo, lean más notas y su experiencia de usuario sea óptima.
El segundo frente es la optimización de los procesos repetitivos que, aunque son fáciles, requieren tiempo, inversión y personal. Allí es donde entra la inteligencia artificial a facilitar la lectura de contratos, formularios y facturas para evitar que los equipos de trabajo pierdan tiempo clasificando y encontrando información necesaria. Y el tercer frente es la creatividad. En nuestro caso, estamos creando una lámpara para el presidente de Estados Unidos que lee los tweets que él escribe y nos permite entender las emociones con las que los escribe. La lámpara cambia de color según su emoción.
¿Y los riesgos?
Recordemos que la mayoría de los resultados que arroja un algoritmo es una probabilidad. Uno de los resultados puede arrojar que a cierto usuario le puede gustar un 80 por ciento el producto o servicio que se ofrece. Allí es donde debe entrar el análisis subjetivo de los equipos responsables para actuar y entender las posibles implicaciones o riesgos.
¿Estamos más cerca de ser remplazados por máquinas en nuestros trabajos?
Todavía faltan unos años para que eso pase. Se generarán nuevas áreas de interés para el ser humano, pero no creo que sea remplazado del todo. Nosotros tenemos la capacidad de tomar decisiones por medio de la subjetividad en diferentes situaciones, mientras que los datos y la inteligencia artificial no han llegado a ese punto.
Imagen: iLexx, Timplaru (vía iStock).
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