Me estoy dando cuenta de que existe una tendencia mundial de generar negocios expansivos (sea en startups o en empresas de toda la vida) que complazcan las crecientes necesidades inherentes a lo que muchos pudieran conocer como los ‘pecados capitales’, pero que bajo el análisis de expertos capitalistas no es más que el camino hacia el éxito. Explico a continuación este discernimiento.
En el mundo actual, la lujuria podría estar representada por apps como Tinder, Lovoo, OKCupid y otras, hasta llegar a la creciente demanda por la pornografía online. La pereza se ve reflejada en aplicaciones que nos proporcionan comodidad como Uber, Cabify, Amazon, Glovo y demás.
La ira, en mi concepto, es aprovechada por redes sociales que concentran la maledicencia por el otro como Twitter y Facebook. La soberbia y la envidia se encuentran en aplicaciones como Instagram o Snapchat, así como también en eventos especiales como el Black Friday, que nos lanzan al consumo irreflexivo. La gula se da su gran banquete con aplicaciones locales o mundiales como iFood Colombia o El Tenedor, pasando por la burbuja de las estrellas Michelin.
Y qué hablar de la avaricia, promovida por la pauta digital de bancos que nos persiguen para ofrecer interés en nuestros ahorros, o inmobiliarias y constructoras que nos presentan inmuebles que después queremos atesorar vacíos o meter en Airbnb.
Sin embargo, no sabría encajar el cuidado y prevención de la salud física y mental en ninguno de estos grupos. A pesar de que nuestra mente en muchas ocasiones no lo prioriza, día tras día nacen en el mundo soluciones tecnológicas que intentan mejorar la accesibilidad a los servicios médicos o psicológicos para que nos hagan caer en cuenta de las consecuencias de esos ‘pecados’.
Por poner un caso, la diabetes tipo 2 era una enfermedad rara hasta 1960. Sin embargo, actualmente aqueja aproximadamente a 450 millones de personas, debido a la pandemia de obesidad en la cultura occidental. Así de extraordinario es el ser humano. Pero precisamente, porque tenemos problemas en nuestra sociedad debemos avanzar y emplear herramientas del siglo XXI para mejorar la salud y la calidad de vida de nuestras familias.
Tecnología al servicio de la salud
De ahí la apuesta seria de Apple, Google (en formato Alphabet), IBM y probablemente pronto Amazon y tantos otros gigantes tecnológicos por incursionar en temas de salud.
Los denominados ‘unicornios’ pueden llegar a mejorar ostensiblemente con su tecnología nuestra salud y calidad de vida. En mi opinión, esta es la mejor herramienta para fortalecer el acceso a la salud, tan desigual por estos lados, pero sin duda uno de los pilares de nuestra vida. Y a ver si por el camino alguno de estos unicornios surge para salvarnos también de nosotros y de nuestro hedonismo.
* Por Frederic Llordachs, cofundador de Doctoralia.
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