Óscar Sánchez es un joven de 23 años que vive en Santo Tomás, Atlántico. Este es un municipio a dos horas en transporte público y una hora en auto de la ciudad de Barranquilla, recorrido que tenía que hacer Óscar a diario para llegar al campus de Holberton School.
Actualmente, Óscar se encuentra en el último trimestre del programa de Fundamentos de Holberton School y es un ejemplo para muchos de los participantes de como para aprender solo se necesita pasión y dedicación.
Cuando Óscar Sánchez escuchó por primera vez sobre Holberton trabajaba como domiciliario de plataformas como iFood. “Me encontré con el mensaje sobre inscripciones en la academia, lo hice ahí mismo desde mi celular, después me llegaron las pruebas y fui aceptado”, explica Óscar, que para ese momento no contaba con un computador y tuvo que pedirlo prestado para hacerlas.
Para asistir a la academia, Óscar tenía dos opciones: Una era viajar dos horas en autobús hasta Barranquilla; la segunda, acompañar a su tía, que vive en otro municipio cercano, muy temprano en la mañana en su auto. “En las dos opciones tenía que despertarme temprano, pero el tiempo de viaje era menor con mi tía. Entonces llegaba primero que todos a Holberton y aprovechaba el tiempo para adelantar los proyectos o leer”, comenta Sánchez. “Mi tía se devolvía también muy tarde para la casa, entonces yo era el primero en entrar y el último en salir”, agrega.
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Cuando llegó la cuarentena, Óscar dejo de ser el primero en llegar a Holberton, pero tuvo que enfrentar el problema de no contar con una conexión a internet en su hogar. “Al principio me conectaba al internet de la vecina, pero para trabajar tenía que sentarme al frente de la casa o en el patio”, comenta. Hoy, aún toma clases desde su hogar, pero paga su internet con Ingreso Solidario. “Lo que más recuerdo al principio de la cuarentena es sentarme a las reuniones y que todo el mundo se sorprendiera porque tengo un patio (claro, muchos viven en la ciudad sin tanto espacio) y con pollos y gallinas caminando detrás mío”.
Óscar recuerda que, aunque entendía inglés, al principio la parte de escucha no era tan fácil para él y que la forma en que se aprende le ha ayudado a conectar más con sus compañeros porque cuando tiene problemas con un proyecto, alguno de los otros entiende y se sientan a trabajar juntos. Además, recuerda de manera especial ocasiones en las que quiso dejar de ir a la academia, pero muchos lo apoyaron y le recordaron las ofertas que tendrá en el futuro.
“Ahora que termine, espero encontrar un buen trabajo con promesas hacia el futuro. Quiero tener experiencia y, tal vez, después hacer el módulo avanzado para desarrollo de sitios web”, concluye Óscar.
Enter.co/dev una colaboración con Coderise.org y Holberton School Colombia para promover la comunidad de programación en Colombia.
Imagen: Personal y Arif Riyanto (Vía Unsplash).