La ‘nueva normalidad’ (con lo desgastada y molesta que resulta la expresión) nos ha exigido cambios. Los eventos se llevan a cabo en canales de YouTube o video llamadas. Pedir cosas por Internet es mucho más recomendado que asistir a un supermercado. Las películas las disfrutamos en casa, en vez de un teatro. Pero parece que el presidente de los Estados Unidos no entiende esto.
El Comité de Debates presidenciales de los Estados Unidos decidió que el siguiente encuentro entre Joe Biden, candidato a la presidencia por el partido demócrata, y Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, se hará de manera virtual. La solicitud es lógica. Trump fue diagnosticado de COVID-19 la semana pasada y, junto con él, un número grande de empleados de la Casa Blanca. Aunque el presidente ya no se encuentra hospitalizado, las normas y sugerencias de las organizaciones de salud piden que el mandatario evite agrupaciones de personas y se aísle.
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Pero a Trump no parece interesarle su seguridad o la de los otros involucrados en una entrevista para Fox News este martes, el mandatario aseguró que él no tiene intención de participar en el debate, si se mantiene la solicitud actual de que se realice de manera virtual. “No voy a malgastar mi tiempo en un debate virtual”, aseguró el mandatario, en la que además es su primera entrevista después de haber sido diagnosticado.
“I’m not going to waste my time on a virtual debate” — Trump, on with Maria Bartiromo, begins his first post-coronavirus interview by saying he’s pulling out of the second debate. (He sounds a little hoarse.) pic.twitter.com/R43JSszfll
— Aaron Rupar (@atrupar) October 8, 2020
Hasta el momento, la mayoría de debates fueron realizados utilizando medidas de precaución como una distancia entre los candidatos o divisores plásticos. También es importante resaltar que la idea de realizar un debate virtual es un momento histórico en la historia de los Estados Unidos. Pero, considerando la situación, es también un paso lógico. Aunque la solitud del presidente ha sido interpretada por muchos como un movimiento político, lo cierto es que desde un aspecto tecnológico demuestra una de las muchas fallas que su administración ha tenido para adoptar las tecnologías que han permitido operar a millones de compañía en los últimos meses, reduciendo los riesgos para sus trabajadores. Algo curioso, considerando que el mandatario es todo un experto en usar Twitter, así que suponíamos que si algo tiene es experiencia en presentar sus opiniones a través de una plataforma virtual.
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