Si Donald Trump quiere lanzarse como candidato a la presidencia de los Estados Unidos en 4 años, tendrá bastantes problemas para mover su campaña en redes sociales. Ned Segal, jefe financiero de Twitter, afirmó en una entrevista que la expulsión del ex presidente es permanente. Esto quiere decir que el servicio no solo terminó su cuenta porque su periodo en la Casa Blanca estaba a punto de finalizar, sino que extiende la sanción más allá de cualquier re aparición política de Trump.
“Por la forma en que funcionan nuestras políticas, cuando se expulsa a alguien de la plataforma, se le expulsa de manera permanente, ya sea un comentarista, un director financiero o un funcionario público anterior o actual”, afirmó Segal. “Recuerden, que nuestras políticas están diseñadas para asegurarnos de que las personas no inciten a la violencia, y si alguien hace eso, tenemos que expulsarlo del servicio y nuestras políticas no permiten que esta gente regrese”.
La expulsión del presidente de Twitter ha levantado un debate sobre los límites que pueden imponer las redes sociales en la libertad de discurso y expresión. La pregunta tiene sentido, porque en un escenario en el que Trump decidiera correr una campaña se podría argumentar que la decisión de mantenerlo por fuera de Twitter viola la posibilidad del candidato de hacer campaña. Hasta el momento solo Twitter ha confirmado que no tiene planes de levantar la prohibición en sus redes de Trump.
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El mismo presidente de Twitter, Jack Dorsey, aseguró en un hilo que la expulsión de Trump fue ‘necesaria’. Dorsey también analizó la situación actual y reconoció los problemas que lleva el que una empresa deba tomar estas decisiones, ya que “limitan el potencial de aclaración, redención y aprendizaje. Y sienta un precedente que considero peligroso: el poder que tiene un individuo o una corporación sobre una parte de la conversación pública global”, afirmó en su momento.
La expulsión de Trump se realizó en enero. En su momento, Twitter justificó la decisión al afirmar preocupaciones por ‘riesgos a más incitaciones a la violencia’. Los argumentos de la red social son los mismos que hoy han llevado al expresidente a su segundo proceso de destitución: su responsabilidad como incitador de los disturbios que llevaron a la toma del capitolio el pasado 6 de enero.
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