En años recientes Disney ha demostrado que, quizás, la mejor estrategia no sea regresar a la nostalgia. Sus intentos por traer de regreso las historias animadas clásicas han resultado en película que, no solo fallan en replicar la magia de los clásicos, sino que tampoco son entretenidos. En este panorama llega ‘Cruella’: una película que busca narrar los orígenes de una de las villanas más memorables.
‘Cruella’ nos presenta a Esthela (Emma Watson). Después de que su madre muriera en accidente del que ella se culpa, Esthela vive en Londres en compañía de otros dos huérfanos: Jaspar (Joel Fry) y Horace (Paul Walter Hauser). Esto es hasta que consigue un trabajo donde la Baronesa (Emma Thomson), la diseñadora de más renombre en la ciudad. Pero este evento despertará el lado más vengativo y algo demente de Esthela: Cruella.
La nueva película de Disney tiene estilo. Es su principal característica y una buena razón para verla. La música, el vestuario y la fotografía están combinadas en una canción de Punk que deja claro su espíritu. Quizás su mayor mérito, al menos en comparación otras cintas como ‘Mulan’, es que ‘Cruella’ es genuinamente entretenida de ver. Quizás Disney podría ir por rutas menos convencionales y apostar a contar una verdadera historia de un villano, pero al menos con ‘Cruella’ no sentimos que un clásico ha sido arruinado para siempre.
Con el estilo de un dálmata
‘Cruella’ es una película que vale la pena ver solo por el estilo que tiene. Desde el primer momento la película es puro punk, música y color. No es necesario ser un melómano con cresta, un amante de la moda que rompe convenciones o un cinéfilo anarquista. Porque el mensaje que la cinta quiere dar al mundo es claro y fuerte: esta es una cinta con estilo.
La selección musical de ‘Cruella’ es de primer nivel y, por encima de todo, combinan a la perfección con el tipo de historia que quiere contar. Los años 70 y el estilo demente y anárquico de su protagonista son una combinación difícil de ignorar. A esto también le sumamos el diseño de vestuario y ambientes. ‘Cruella’ es un desfile en el que, a momentos, lo visual le roba toda la atención a la historia. Solo queremos ver el próximo traje, la siguiente transición.
‘Cruella’ es entretenida
Quizás el mayor mérito que se le puede dar a ‘Cruella’ es que sea entretenida. Quizás no sea un elogio obvio, pero si miramos los mayores fracasos recientes de Disney, la razón es sencilla: son historias que aburren. ‘Mulan’ está tan concentrada en mandar un mensaje, en no ofender al público en la China o en sostener los múltiples agujeros en su historia que no solo es una mala adaptación, sino que es aburrida de ver. ‘Cruella’ corrige este error poniéndose una meta sencilla: entretener al público.
Es una meta que consigue. No solo por los elementos estéticos antes mencionados, sino porque la cinta tiene un buen sentido del humor y del drama. Cuando le quiere apostar a las risas lo hace sin problemas. Cuando quiere generar emociones consigue llamar nuestra atención (cierto monologo nos gustó mucho, en lo personal). La película no es perfecta, pero el espectador no sentirá que perdió dos horas de su vida cuando los créditos rueden.
Una parte importante está en que esta película, en particular, no parece apostar por algún tipo de agenda o mensaje. Es un descanso en las clases de moral de Disney o los mensajes empoderadores metidos a la fuerza en sus historias. ‘Cruella’ es un personaje femenino interesante, pero principalmente es uno divertido de ver.
No tan mala
Hay dos quejas principales al momento de hablar de ‘Cruella’ y, por desgracia’, ambas tienen que ver con su historia. La primera es que la película no se desvía mucho de la fórmula tradicional de Disney. No es una cinta con una historia que deslumbre. Es una película que puedes ver con la familia este fin de semana en el teatro, pagar en Disney+ o esperar a que esté disponible por demanda. No es, para nada, el filme imperdible de mayo.
Y la razón principal está en que ‘Cruella’ termina incumpliendo una de sus promesas. Nos anticipa la historia de creación de una villana, pero en el intento de hacer más familiar la cinta le quita mucho de lo ‘mala’ a este personaje. Por ejemplo, nada de cigarrillos o fumar en este filme políticamente correcto donde como máximo la protagonista se pasa de tragos. La cinta falla en entregar una Cruella que sea memorable más allá de su vestuario, lo que resulta en alguna manera algo decepcionante considerando lo memorable que es la locura de esta villana en el filme animado. Por supuesto, hay una explicación en la cinta… pero quizás la idea de justificar a los malos sea más interesante cuando se los deja como malos.
Conclusión: Cruella, buena, pero no malvada / 4.0
‘Cruella’ es una inversión perfecta para este fin de semana. Es una película que cumple el compromiso mínimo de ser entretenida. Su estilo es único y su música espectacular. Es una película que no toma las malas decisiones de otras adaptaciones de Disney, aunque por desgracia tampoco se anime a ir por caminos nuevos. Es un buen viaje, uno ruidoso y espectacular. Esta puede no ser la mejor ‘Cruella’ de Disney, pero al menos no es la peor (y considerando el live action de los 101 dálmatas, esto ya es un logro).
Imágenes: Disney
Garrafal error en el segundo párrafo, la protagonista no es Emma Watson, es Emma Stone. Y la Baronesa es Emma Thompson, faltó la “P” en el apellido.