Hace una semana, el presidente Iván Duque y la Policía Nacional presentaron el nuevo uniforme, que por ahora es un proyecto piloto de 60 días en 10 ciudades del país en los que se espera recibir retroalimentación de los ciudadanos. Además del cambio de color para unirse al estándar internacional, la entidad presentó “mejores” métodos de identificación del uniformado, con un código QR. Esto con la intención de que la ciudadanía se sienta más segura. Pero si algo demuestra es que no están pensando en los ciudadanos o en maneras de ayudar a identificar a aquellos uniformados que recurren a la violencia contra a quienes se suponen deben proteger.
El nuevo uniforme cuenta con la información del policía mucho más visible. Además de esto, se implementó un código QR que se supone que al ser escaneado le permite al ciudadano verificar los datos que ya están visibles. Sin embargo, esta estrategia para “garantizar” más información es de poca utilidad, pues como mostraron los memes que surgieron en redes sociales, tratar de corroborar la identidad puede en realidad ponernos en situaciones de peligro, especialmente cuando estamos hablando de abuso de poder, lo que sabemos que no es un mito en nuestra realidad social.
Empecemos por la distancia que se necesita para leer un código QR, debido a su tamaño en el uniforme. El ciudadano que quiera verificar la identidad de un policía, primero, deberá acercarse por lo menos a 20 centímetros del uniformado; segundo, dependiendo de la gama del teléfono tanto el uniformado como la persona que sostiene la cámara necesitan quedarse quietos por lo menos por tres segundos mientras el sistema arroja la opción de abrir el sitio web, necesitaremos más tiempo si se trata de un teléfono de gama media a baja. Es decir, el código QR no puede usarse para identificar a un policía en casos de que este abusando de su poder ¿En qué otras circunstancias necesitaría un civil identificar a un policía?
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El general Luis García, jefe de Planeación de la Policía Nacional, aseguró que el código QR no está diseñado para este tipo de situaciones. Durante una entrevista en la emisora Blu Radio dijo que se busca evitar la suplantación de la autoridad. “No es para que la identificación sea recurrente, es para procedimientos específicos”, resaltó. Todo indica que este no fue agregado para beneficio del ciudadano, sino para facilitar unos clics en procesos internos de la entidad. Y si se trata de evitar la suplantación de identidad, señores de la Policía Nacional, su página de identificación es tan sencilla que muy posiblemente un cibercriminal podría replicarla fácilmente, y “autenticar” uniformados en esta.
Así que, si los ciudadanos creyéramos en la Policía Nacional, este código QR solo nos estaría creando una estrategia más para los cibercriminales, que brindándonos una herramienta de identificación segura.
Por su parte, un vocero de la Policía Nacional le dijo a ENTER.CO que: “En el desarrollo tecnológico están haciendo los ajustes correspondientes. La idea es facilitarle al ciudadano la validación de la identidad de cada policía, dejando en claro que esta sigue siendo visible en el uniforme en el tarjetero con el grado, el apellido y, ahora, el número de la placa para la identificación”.
No es suficiente con escanear el código QR de la policía
Otro defecto del código QR es que no es personalizado por cada uniformado, en realidad nos lleva a un sitio web, al que podemos entrar si sabemos cómo buscarlo en Google, en donde se pide seleccionar qué estamos tratando de identificar, un uniformado o un vehículo, pues los carros y motos también cuentan con esta tecnología.
Así que no será suficiente con acercarnos lo suficiente a un policía para lograr escanear el código; también necesitaremos aprendernos la placa o por lo menos tener la garantía de que el uniformado estará a la vista el suficiente tiempo para lograr ingresar los datos, que de acuerdo con la prueba hecha durante su presentación es de aproximadamente 6 a 7 dígitos.
Además, llama la atención que la placa, que mostraba orgullosamente a la vista el director de la Policia Nacional, el general Jorge Luis Vargas Valencia, estaría cubierto por el radio en otros uniformados, como lo muestra una de las fotografías a una uniformada en otras imágenes tomadas el día de la presentación.
Finalmente, y como todo en Colombia, los ciudadanos no tenemos la información suficiente. Al ingresar la placa del policía también nos pide el número der carné; este, por supuesto, no está a la vista en el nuevo uniforme. Además, ingresar solo la placa no es suficiente (aquí tratamos con la placa del director de la Policia Nacional):
Si la idea era ofrecerle tranquilidad a la ciudadanía en la identificación de los uniformados, la Policía Nacional una vez más solo nos decepciona. En última instancia el código QR de la policía parece servir para todo, menos para lo que se necesita: ayudar a los ciudadanos.
Entre todos los ciudadanos también están los delincuentes e infractores, que por lo general son los más interesados en obtener información sensible…. Lo lógico es un manejo interno para evitar suplantaciones, pero es notorio el sesgo en el punto de vista expuesto.
Para manejo interno lo mas seguro es usar datosbiometricos que son mucho mas complejos de copiar. Los codigos QR per se, no fueron diseñados para ser incopiables, fueron diseñados para ser usados una UNICA vez y deshechare, pues son facilmente replicables fotocopiando o en este caso, replicandolo en una bordadora CNC de esas que hay en cualquier sitio donde hacen bordados de camisetas
Esta es la versión oficial y moderna de usar los chalecos al revés, lo que supuestamente es una forma de identificar y validar sus uniformados dentro de la institución no genera ninguna garantía ni beneficio al ciudadano, por ende no genera confianza en al institución y finalmente se comprueba lo dicho, hicieron un gasto suntuoso e innecesario.