Las startups están ganando terreno rápidamente en las economías de los países. El papel de las aceleradoras ha sido primordial para garantizar el rápido y óptimo crecimiento de estos emprendimientos. En la región, países como Argentina, Brasil, Chile, México y Colombia se están destacando y esto tiene una razón de ser.Tras el impacto de la pandemia sobre la economía, el emprendimiento se convirtió en uno de los caminos para salir de la crisis. Colombia ocupa el cuarto lugar entre los países que más emprendieron. En nuestro país durante el 2020 se crearon más de 280.000 empresas según un informe de Comfecámaras, y solo en la capital, los nuevos emprendimientos cerraron negocios cerca de los $364 millones de dólares durante el primer semestre de 2021, según datos de Invest in Bogotá.
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Las aceleradoras, son entidades o compañías que impulsan startups a cambio de participación en el negocio. Empresas como Techstars le apuestan a apoyar emprendimientos que típicamente son subfinanciados, como los liderados por mujeres y minorías. En el país, el trabajo de aceleradoras como Techstars, Estratek, Endeavor y Rockstar le han apostado al talento local y han conseguido impulsar grandes emprendimientos como Liftit, Foody, Queo, entre muchos otros.
Estas aceleradoras, ofrecen desde financiamiento, hasta capacitaciones e incluso alianzas comerciales que pueden resultar claves en el éxito de las startups apoyadas.
¿Por qué las aceleradoras se fijaron en Latinoamérica?
Según Andrés Barreto, empresario, conferencista y Managing Director de Techstars: “En tiempos de pandemia las barreras geográficas se eliminaron y la necesidad de ‘Silicon Valley’ como punto geográfico disminuyó. El acceso a la oportunidad se hizo más fácil, al alcance de una videollamada. Con la naturaleza del trabajo remoto, un emprendedor en Miami, Boston, Guadalajara, Medellín o Córdoba tiene el mismo acceso a mercado comercial y capital para crear productos que nacen globales desde el primer día”
Si bien, la pandemia resultó un fuerte golpe a la economía también abrió caminos a su digitalización. El ingenio de las mentes latinoamericanas está siendo objetivo de las grandes empresas y, cada vez más, las aceleradoras apuntan a apoyar nuevos emprendimientos.
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