Dice mucho de la situación de Gamestop que la mejor noticia que hemos escuchado de la compañía en algunos años es que un grupo de chicos en Reddit han jugado con sus acciones. Y, vale la pena decir, jugaron con ellas por que la tienda es un chiste, un meme bien conocido. Por supuesto, en Colombia poco o nada nos interesa el estado de Gamestop. Nunca tuvimos una de sus franquicias y la única referencia que la mayoría tenemos de ellos son las imágenes de ‘stonks’ en las páginas de memes. Y, sin embargo, la situación es muy importante para nosotros en este lado del hemisferio, porque apunta a un fenómeno que no podemos ignorar:
¿Están las tiendas físicas de videojuegos en extinción?
La era dorada de Gamestop
En 2004 Gamestop estaba en el mejor punto de su historia. En abril 19 la compañía adquirió EB (Electronics Boutique) una franquicia enfocada en la venta de tecnología, pero principalmente que le permitió el expandirse a Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Esta compra fue tan solo el inicio. Por más de una década la franquicia llegaría a más países, realizaría alianzas y se expandiría por fuera del mercado de los videojuegos. Para 2012 la empresa reportaba ganancias que superaban los 600 millones de dólares.
De manera irónica, Gamestop vio la mayor parte de este crecimiento comprando las operaciones de otras franquicias como Blockbuster, Radioshack, BuyMyTronics, Spawn Labs y otras compañías. El factor común de todas ellas que estaban viendo sus segmentos siendo desde estrategias obsoletas, desplazadas por compañías como Amazon o Netflix.
Supongo estaban demasiado cerca del problema para notarlo.
El comienzo del fin: Xbox Live
Para 2015 el modelo de GameStop estaba sostenido en un modelo de diferentes negocios, pero principalmente el de la venta de videojuegos. Era un negocio en crecimiento, con una generación que ya se había acostumbrado a invertir en la nueva consola. Lo que ellos no esperaban es que su nueva competencia iba a venir del lugar menos esperado: los mismos distribuidores que durante tantos años habían sido sus aliados. De manera curiosa, las señales no podían haber sido más claras. En 2013 sus acciones ya habían comenzado a temblar con el anuncio del lanzamiento de la Xbox One (y la llegada un modelo mucho más abierto a lo virtual).
El atractivo para muchos jugadores fue inmediato. Aunque los juegos en línea no podían ser compartidos y requerían de contar con la memoria en la consola, los descuentos ofrecidos eran importantes. Mejor, una biblioteca virtual supera el tiempo, no se daña y puede ser ‘transportada’ con mayor facilidad.
El panorama empeoró año tras año. En 2016 la compañía reportó una baja en las ventas de un 16.4%. Ese mismo año las acciones de la empresa bajaron 16%. A esto le siguió un escándalo cuando empleados publicaron las políticas de la empresa para engañar a clientes y mantener sus márgenes de venta, así como el anuncio de la compañía de cerrar más de 150 tiendas.
Cuatro años después, el panorama no es mejor para la compañía. La empresa no ha visto un incremento en ganancias desde el 2016. Las tiendas permanecen en una situación precaria y el cambio de gerencia ha buscado restablecer una confianza que no hay. Gamestop reporta pérdidas millonarias cada año, con 2019 llegando a un récord de 165 millones de dólares en pérdidas, después de tener que cerrar 30.000 tiendas durante la cuarentena en la pandemia (incluyendo un episodio vergonzoso en el que aseguraron que tenían que mantener sus tiendas abiertas pues ofrecían un servicio esencial).
¿Es el final de los videojuegos físicos?
La nueva generación de consolas ofrece una alternativa 100% digital. Entrega a los jugadores unas alternativas más económicas, al tiempo que responde a una necesidad actual. Lo cierto es que hoy hay muchas más alternativas para comprar o disfrutar juegos en línea, que al mismo tiempo ofrecen descuentos o beneficios.
Quizás uno de los ejemplos más claros sea Game Pass. El servicio de juegos de Xbox fue concebido como el ‘Netflix’ de los videojuegos en el sentido de que el usuario tiene acceso a una librería de títulos (la gran mayoría de ellos de primer nivel como ‘Gears of War’ o ‘Psychonauts’, disponibles desde el mismo día de su lanzamiento). La diferencia está en que el jugador no los compra, sino que tiene la posibilidad de descargarlos en su consola. Todo esto pagando una suscripción que le resulta mucho más económica que comprar el juego de manera individual, en especial si esa persona suele jugar más de un solo videojuego al mes.
Esto por no mencionar el impacto que han tenido tiendas como Steam y Epic, que han movido todo el consumo de juegos de PC a lo virtual, con lo que una parte importante de los títulos que salen cada año ahora solo existen en formato digital. Uno que, además, resulta en la opción económica para jugar, considerando que los juegos muchas veces pueden ser 15% o más económicos en estas plataformas.
Pero está la pregunta importante: ¿Es el final de los juegos físicos?
Y la respuesta es: por supuesto que no.
La primera razón, es porque los juegos físicos ofrecen ventajas que son innatas de su naturaleza. Tu puedes prestar un juego físico. Puedes venderlo y con eso pagar parte de algún título que tengas ganas de jugar. Para los coleccionistas, un juego físico no tiene precio. Y en este mismo reino están todas las ediciones especiales que vienen acompañas de obsequios y que perdurarán en tanto que nos tiende la palabra ‘edición limitada’.
Loe juegos físicos no pueden ser robados por una contraseña hackeadas o se pierden para siempre por un perfil bloqueado. No necesitas tener una tarjeta de créditos para comprarlos y no requieren de memorias externas para ser almacenados. Nuestro punto está en que la demanda de estos juegos sin duda se ha reducido, pero está lejos de significar el fin del formato.
De hecho, lo que está permitiendo son nuevas maneras de comprar los juegos. Gamepass reveló que una parte importante de los jugadores que ‘alquilan’ sus juegos terminan comprándolos en la tienda virtual. En lo personal yo he comprado versiones virtuales, pero luego me voy con algún duplicado en físico si lo veo con un precio tentador. La caída de Gamestop no es lo mismo que ocurrió con Blockbuster (al menos no en la desaparición del modelo).
Las tiendas de videojuegos permanecerán incluso si Gamestop desaparece. Y los juegos físicos seguirán en la lista de navidad, en tanto las ventajas de comprar 100% digital sean significativamente más atractivas.
Homecenter y Constructor, tienen 27 años de experiencia en el país y cuenta con cobertura a nivel nacional gracias a 40 puntos de venta físicos y un sólido canal de venta digital. A través de los cuales, la compañía ofrece todos los productos y servicios que necesitan los consumidores para desarrollar sus proyectos y sueños en el mejoramiento del hogar y la construcción.
Imágenes: Wikicommons