Una de las razones por las que vale la pena hacer la maratón de ‘El Juego del Calamar’ está en su final. ‘One Lucky Day’ (que es el nombre del episodio) está compuesta por diferentes escenas. Quizás la más importante está en la confrontación entre Gi-hun (Lee Jung-jae) y el ‘hombre viejo’/ Il-nam.
Después de ganar el juego, regresa a Seúl, en el hospital donde se encuentra internado Il-nam y lo confronta haciendo una apuesta sobre si al final la generosidad puede terminar ganando, superando los instintos más egoístas del ser humano. Después de esto vemos Gi-hun a punto de abordar un avión para viajar a los Estados Unidos y comenzar una nueva vida. Sin embargo, a último momento decide no montar en él, cuando ve al reclutador de nuevo entregando tarjetas a nuevas víctimas de este juego sangriento.
En una entrevista para The Hollywood Reporter, Hwang Dong-hyuk (creador de El Juego del Calamar) explicó cuál era el significado de esta escena:
“Es cierto que la primera temporada terminó de manera abierta, pero en realidad pensé que esto también podría ser un buen cierre para toda la historia. La primera temporada termina con Gi-hun dando la vuelta y no subiendo al avión a los Estados Unidos. Y esa fue, de hecho, mi forma de comunicar el mensaje de que no debes dejarte arrastrar por el flujo competitivo de la sociedad, sino que debes comenzar a pensar en quién ha creado todo el sistema, y si hay algún potencial para que puedas hacerlo. Da la vuelta y enfréntalo. Por lo tanto, no es necesariamente que Gi-hun regrese para vengarse. En realidad, podría interpretarse como si él hiciera un contacto visual muy directo con lo que realmente está sucediendo en el panorama general. Así que pensé que podría ser una buena manera simple, pero ambigua, de terminar la historia de Gi-hun”.
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De manera concreta, lo que nos dice Hwang es que no deberíamos esperar a ver en una segunda temporada a Gi-hun compitiendo de nuevo en los juegos o ‘cazando’ a los otros creadores del juego. Sí regresa, pero no necesariamente para acabar con los juegos, sino para intentar ganar su apuesta de que la bondad puede ganar al final del día. Es un mensaje bastante optimista, en un show que el creador ideó como una manera de criticar la competitividad de la sociedad en la que vivía.
Visto de esta manera, el final de ‘El juego del Calamar’ es mucho más optimista de lo que podríamos esperar de una serie de su tipo. También nos da una indicación clara de cuál sería el destino de una segunda temporada (si llegara a pasar, de lo que no hay garantías).
Puedes ver ‘El Juego del Calamar’ de manera exclusiva en Netflix.
Imágenes: Netflix