En el último año, Twitter ha tenido cambios importantes que han hecho que la red social, después de mucho tiempo, por fin tenga funciones diferentes. Aunque hay varias herramientas que solo sirven en ciertos países y en usuarios que pertenecen a los grupos de prueba, como la de Twitter Blue o la de Super Follow; en ese breve período de tiempo fuimos testigos de cómo las historias llegaron y se fueron, de cómo llegaron los boletines, y de cómo los usuarios respondieron a las salas de audio en Spaces. Pero, ahora que Jack Dorsey se ha ido de la dirección y le ha dado paso a Parag Agrawal, ¿qué sigue para esta plataforma?
Según BBC Mundo, desde el 2020, Dorsey habría recibido presiones por parte de algunos inversionistas para que dejara su cargo como CEO. Esto debido a que el desarrollador también es el líder de la empresa de servicios financieros Square y Twitter requería a alguien que se concentrara a tiempo completo en el crecimiento de la red social. El retiro se hizo oficial el 29 de noviembre cuando Dorsey hizo pública su renuncia asegurando que la compañía estaba lista para dejar de lado a sus fundadores y delegar el futuro en nuevos líderes como Agrawal, quien es el que dará las pautas para los retos que actualmente enfrenta la plataforma.
Los límites entre la libertad de expresión y la desinformación
A pesar de que desde Twitter han hecho esfuerzos por limitar la desinformación con herramientas como incluir una etiqueta que induce explícitamente a los usuarios a leer un contenido antes de replicarlo, la red social, sigue siendo una de las menos amigables en cuanto a la interacción de sus usuarios. Discusiones, matoneo, la proliferación de ‘bots’ encargados de alimentar ciertos discursos de odio hacen parte del día a día.
No obstante, las mismas políticas de convivencia en Twitter han logrado que la plataforma, en ocasiones, ponga en el mismo nivel a todos los usuarios. Es así como la plataforma eliminó el perfil de Donald Trump, por ejemplo, por incitar con su discurso conductas violentas. Sin embargo, esta clase de medidas no caen bien a los políticos en general, quienes interpretan las represalias como censura y violación al derecho de la libre expresión. Dibujar y tener clara esa línea será una de las grandes tareas de Agrawal.
El futuro de los algoritmos y de la forma en la que se muestran los tuits
El nuevo CEO también tendrá que hacerle frente a los intentos de regulación por parte de instituciones gubernamentales en el Congreso de Estados Unidos. De acuerdo a Engadget, pese a que cada día los legisladores se preocupan más por el rol de las redes sociales, Agrawal no solo está trabajando en nuevas formas de “amplificar el algoritmo”, sino que también está estudiando cuáles son los posibles daños no intencionales causados por Twitter en su comunidad.
Aumentar la base de usuarios diarios monetizables a 315 millones antes del 2023
Lograr tener 315 millones de usuarios no solo activos, sino que estos generen ingresos, es una meta ambiciosa y una de las más importantes. En la actualidad (y según el último informe trimestral de la compañía) Twitter cuenta con 211 millones de esos usuarios, sin embargo, aún no es claro si las personas están dispuestas a pagar por el contenido de un tuitero.
No obstante, Agrawal ya tiene algunas propuestas desarrollándose para lograr aumentar los ingresos de la red social. Estas son Bluesky (una tecnología abierta y descentralizada que, si bien está en sus inicios, busca impactar de forma positiva las conversaciones públicas), y una nueva herramienta que permitirá dar propina a los tuiteros favoritos en bitcoin.
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Parag Agrawal llegó hace 10 años y dos meses a Twitter, cuando la compañía que Jack Dorsey ayudó a fundar tenía cuatro años de vida y menos de mil empleados. Una década después, luego de haberse forjado toda una reputación que lo llevó a ser conocido como el cerebro informático más estratega de la compañía, este ingeniero de 41 años nacido en la India y graduado del Instituto Indio de Tecnología, en Bombay, se convirtió en el CEO de Twitter, luego de que Dorsey anunciara su retiro definitivo.
