Era 2009 cuando el ingeniero Hal Finney, uno de los primeros defensores del ‘paper’ que explicaba cómo debía funcionar el protocolo que iba a permitir la existencia del dinero digital, recibió la primera transacción de Bitcoin de la historia. Se trataba de 10 tokens que le había enviado el mismo Satoshi Nakamoto: el autor de un artículo científico que había sido publicado un año antes y que iba a revolucionar el sistema financiero en la era de Internet.
Nadie sabe quién es (o era) Nakamoto, y Finney, quien habría cruzado varios correos con él (o ella) en los primeros días de Bitcoin, ya murió. El misterio se incrementó cuando Satoshi desapareció del todo en abril de 2011; desde entonces las teorías sobre su identidad abundan en la web. “Que era un estudiante de criptografía de Dublín”, “que era un sociólogo y desarrollador de videojuegos finlandés” y una de las hipótesis más populares: que, en lugar de un hombre, Satoshi es un nombre designado a un grupo de individuos que, entre todos, dieron origen a la tecnología que soportaría las criptomonedas.
Pero Elon Musk, quien ha sido defensor y un aficionado de este tipo de divisas, no cree ninguna de las anteriores teorías (aunque se acerca de cierta forma a la última mencionada). El magnate sugiere, en cambio, que Satoshi Nakamoto, lejos de ser el nombre real de alguien, es el acrónimo de varias de las empresas tecnológicas más importantes del mundo: Samsung, Toshiba, Nakamichi y Motorola.
— Elon Musk (@elonmusk) March 9, 2022
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Esa suposición hace parte de una hipótesis más amplia que apareció por primera en una publicación en Medium en el año 2017 en donde se aseguraba (aunque cueste creerlo) que Bitcoin era una red financiera alienígena e intergaláctica. No obstante, el hombre más rico del mundo no comparte del todo esa idea: para Musk, Satoshi Nakamoto es el nombre creado con las primeras sílabas de esos gigantes tecnológicos y es, al mismo tiempo, el seudónimo de Nick Szabo: un ingeniero de sistemas pionero de los contratos inteligentes a mediados de la década de los 2000, que ya desmintió ser Nakamoto.
Lo cierto es que hoy, del creador de Bitcoin se sabe menos que antes: lo único seguro es que dejó varios monederos que en la actualidad se han revalorizado en más de US$10 millones y que cuando dejó de participar en el desarrollo de la criptomoneda, eliminó su nombre del reclamo de derechos de autor en el software, de manera que el código pudiera ser libre para todos los desarrolladores del sistema.
Imágenes: Tech 24