Los drones han sido creados con el fin de divisar desde una perspectiva más amplia lo que nos reda; un aparato con hélices que le permiten volar y alcanzar hasta 120 metros de altura, pero nunca es suficiente. Los investigadores y desarrolladores se han propuesto desarrollar drones que sean autónomos y cumplan labores sin necesidad de ser controlados, y ya lo lograron.
Investigadores de la Universidad de Zheijang en Hangzhou lograron crear un enjambre de 10 drones lo suficientemente inteligentes para volar de manera autónoma. Los creadores realizaron pruebas con los dispositivos a través de un pequeño pero denso bosque en el que persiguieron a un hombre con total autonomía y eficacia.
Los drones son del tamaño de una mano, es decir, pequeño y liviano de manera que pueda sobrevolar por cualquier espacio y pase con facilidad entre espacios reducidos. Aunque esto puede ser preocupante para algunos, sin duda es un gran avance para estudios topográficos aéreos y para los procedimientos en momentos de desastres.
Te puede interesar: Teléfonos inteligentes son acusados de generar alzheimer
Los investigadores se basaron en un dron ultra compacto; se construyó un planificador de trayectoria para el grupo que se basa exclusivamente en los datos de los sensores de todo el enjambre. Se pueden dirigir al tiempo para que persigan objetos o personas, mientras que, en la persecución pueden esquivar obstáculos. Así mismo, están diseñados de manera que mapeen el espacio donde residen.
Los enjambres de drones no son novedad; desde hace mucho tiempo se han desarrollado llegando a programarlos para que se coordine entre todos, pero hasta el momento no habían logrado que fueran colectivamente autónomos. Es decir, el enjambre desarrollado por los investigadores chinos no necesita de una computadora central que los monitoree y los guíe.
Sin embargo, el proyecto se encuentra aún en pruebas y falta desarrollar más ampliamente dichos dispositivos, pero este nuevo descubrimiento acerca más a la ciencia y la tecnología a la construcción de aparatos autónomos al servicio del ser humano.
Imagen: Zhou et al