Cuando Nintendo ha tenido que enfrentarse a la piratería, lo ha hecho con firmeza. En el 2018, por ejemplo, la empresa demandó a dos sitios web, propiedad de la compañía Mathias Designs, los cuales se habían encargado de distribuir varios de sus videojuegos sin ningún tipo de permiso. En esa ocasión Nintendo pidió como compensación una suma de hasta dos millones de dólares por cada título pirateado, y además exigió que el sitio dirigido por un hombre llamado Jacob Mathias cesara sus actividades en línea.
Pues bien, esta vez Nintendo se enfrenta ante otro tipo de piratería: aquella que se alimenta de los cambios en el código del software de los videojuegos con el fin de que uno de los jugadores pueda obtener ventajas injustas sobre otros, en diferentes sistemas, a lo largo de un título multijugador.
Para combatir el anterior fenómeno, la empresa nipona registró una nueva tecnología ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, con la que escaneará el código de sus juegos con el fin de detectar a aquellos usuarios que utilizan versiones modificadas de sus títulos.
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Dicha tecnología, evaluará constantemente y de forma remota los programas que están siendo ejecutados en los distintos dispositivos de los jugadores, en busca de técnicas relacionadas con la “reutilización de código”. De acuerdo a medios europeos, esta estrategia permitirá comparar los resultados obtenidos y en caso de que los usuarios hayan recurrido a este tipo de trampa, Nintendo tendrá la facultad de cerrar su sesión en el juego que se ha alterado.
Estos programas de confirmación reducirían la necesidad de lanzar varias actualizaciones y parches para resolver las modificaciones de códigos de los títulos, al evitar que el jugador continúe ejecutando dicho programa. Según la compañía, dicha tecnología, no solo garantizará una competencia justa dentro de los títulos, sino que permitirá reducir los riesgos de seguridad que puedan presentarse ante las modificaciones.
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