Recuerdo hace algunos años, cuando me vendieron por primera vez la idea de tener Netflix.
“No, si esto es mejor que tener cable”.
Y lo cierto es que en su momento la declaración era cierta. Contenido por demanda, sin anuncios, mucho más económico y en cualquier dispositivo.
Lo que hace más triste el descubrir que el círculo se ha cerrado. Los servicios de streaming mataron al cable, para terminar, convirtiéndose en él.
La dieta del streaming
La cosa es que hace unos años era más económico tener Netflix. Contenía la oferta de Disney, Sony, Warner e incluso sus propios shows. Era una de esas cosas que cuando lo probabas no podías creer todo lo que tenías para ver.
El problema es que más servicios se fueron sumando a la lista, cada uno con sus razones para inscribirte a ellos. Si eres un fan de Marvel, entonces Disney+ es casi una obligación. ¿Maratón de los Simpson? Star+ tiene que estar incluido. Si quieres ver las series de DC entonces es HBO Max y si lo que prefieres son las caricaturas de Nickelodeon entonces toca Paramount+
Si lo quieres ver todo tienes que pagar por todo… lo que un paquete completo significa que más o menos terminas pagando lo mismo que antes con un paquete de cable, con la diferencia de que al menos tú eliges qué contratar y qué no… ¿Pero ¿cuándo todo está dividido hay una elección?
Compartir cuenta y el espirítu del streaming
Netflix puede ahora venir a decir que sus cuentas estaban pensadas para ser usadas dentro de un mismo hogar… pero ellos y nosotros sabemos que compartir cuenta hacía parte del espíritu del streaming.
Es la razón por la que la función de los perfiles fue fundamental para las primeras plataformas. La idea de que no solo el que paga el servicio, ve el servicio. También sabemos que Netflix reconoció en esos primeros años que uno de los impulsores del modelo fue los planes que las personas comenzaron a montar entre amigos para reducir gastos. ¿Por qué pagar cable por un solo hogar cuando puedes compartir Disney+ con tus amigos y así aprovechar mejor el dinero?
Netflix puede venir a decir lo que quiera. Pero me cuesta imaginar un hogar que necesite 6 pantallas, para que 6 personas puedan ver en todo momento diferentes cuentas en diferentes perfiles… o que al menos creyera que su modelo más popular era usado únicamente por familias de mormones.
Los anuncios están matando el espirítu del streaming
Ahora resulta que si queremos ver series y poder pagar el resto de plataformas que existen tenemos que ver anuncios.
¡Y esto no es todo! Sino que los planes con anuncios vienen con menos beneficios. Resulta que no todos los distribuidores ni estudios están felices de poner un anuncio con su película. Entonces si compras estos planes debes aceptar que no podrás ver todas las series disponibles normalmente y que incluso es posible que algunos shows solo estén disponibles después de su fecha normal de estreno. ¡Después de todo estás pagando menos! ¡No solo estás pagando por el privilegio de ver anuncios, sino además por el privilegio de ver anuncios en las series que permiten verlos!
Pero no se preocupen. Al menos está el algoritmo para garantizar que escucharás anuncios que te interesen… que se repetirá hasta que la locura te lleve a pagar extra para no ver anuncios.
El círculo se ha completado
Así que en estos momentos estamos en un lugar en el que ya solo puedes usar los servicios de streaming en tu casa.
En el que además tienes que pagar bastante, si quieres tener acceso por demanda a los shows y el contenido que debes ver.
En el que debes aguantar anuncios si quieres hacer algún tipo de ahorro.
Y en el que si ahorras dinero debes soportar el hecho de no poder ver lo que quieres.
Los servicios de streaming hoy quieren ser como la TV por cable. Y ahora el círculo se ha completado en un mal chiste de una ciencia ficción, en el que hemos regresado a la incomodidad de la TV de más de dos décadas atrás.
Imágenes: Pexels
Servicios de “streaming” muchos , es cierto, pero esta la opcion de plutotv, no es necesario inscribirse para ver en esa plataforma series , películas, etc. muy interesantes. ( como naruto, bleach, etc).