Esta semana la administración del Gobierno Petro está presentado su proyecto más importante: la reforma tributaria. Considerando el impacto que la nueva norma tributaria tendrá en el bolsillo de los colombianos, se trata de un momento crítico y de un debate del que nadie debería quedar aislado. En especial porque, aunque muchos se han concentrado en temas como las bebidas azucaradas, también afecta la tecnología.
¿Pero qué elementos de la reforma tributaría hablan de la tecnología y cómo pueden afectar el bolsillo de los colombianos?
Entendiendo el ‘Impuesto digital’ de la Reforma tributaria
El punto que a muchos preocupa es lo que muchos han definido como un ‘impuesto digital’. Pero lo primero es que este es un término que jamás es mencionado en la reforma, sino que se crearía con lo que la nueva tributaria entiende como la ‘presencia económica significativa’, que se menciona en los artículos 55, 56, 57 y 58 (que se encargan de enmarcar qué empresas deben pagar impuestos en el país).
¿Qué es la presencia económica significativa?
De acuerdo con las adiciones de la reforma, por esto se entiende a una persona que mantiene relaciones comerciales con Colombia, pero que no es residente en el país. La duda que muchos están presentando, es que el lenguaje actual significaría que las empresas que no residan fiscalmente en Colombia tendrían que pagar renta.
¿Cuáles son los requisitos para que se considere la presencia económica significativa?
De acuerdo con el artículo 57 de la Reforma Tributaría:
Que obtenga ingresos brutos de treinta y un mil trescientas (31.300) UVT o más durante el año gravable por transacciones que involucren bienes servicios con personas en Colombia.
O que utilice un sitio web colombiano, un dominio colombiano (.co).
O que mantenga una interacción o despliegue de mercadeo con trescientos mil (300.000) o más usuarios colombianos durante el año gravable, incluyendo la posibilidad de visualizar precios en pesos (COP) o permitir el pago en pesos (COP).
¿Cómo afectaría a la tecnología?
Aquí el punto importante. Con el lenguaje actual, la gran mayoría de plataformas tecnológicas en el país tendrían que pagar renta considerando que prestan sus servicios en el país.
Para mencionar algunos ejemplos estarían los servicios de streaming (Netflix, Spotify, Disney+), las plataformas de transporte (Uber), plataformas de estudio en el extranjero (Duolingo). En este mismo lenguaje, podría afectar los costos de plataformas de publicidad con sede en el extranjero (por ejemplo, Facebook o Twitter).
¿Pero es seguro que esto aplicaría para estos servicios?
No, pero el lenguaje del gobierno indica que sí. Nos explicamos: el Ministro de Transporte, por ejemplo, mencionó esta semana que uno de los puntos en la agenda nacional era evitar que plataformas como Uber que no pagan renta siguieran operando de esa manera ‘llevándose’ los ingresos de los colombianos. En ese sentido, la estrategia del gobierno parece estar en captar ingresos a través de estos servicios.
¿Pero hoy si pido un Uber yo estoy pagando IVA?
Ese es el punto de la reforma. Hoy los impuestos están principalmente cargados al usuario. No a las plataformas o servicios que operan desde el extranjero o tienen raíz extranjera (que suelen ser plataformas o servicios digitales).
¿Significaría esto más costos para los usuarios?
La historia nos dice que sí. Hay que ser claros: las empresas también tendrán que pagar. Es decir, todo el aumento de lo que se tribute no va a estar en los usuarios. Pero las empresas pondrán parte del peso de esta nueva carga en las personas que los utilizan lo que puede significar pequeños o significativos incrementos.
De nuevo, para ser claros: la reforma tributaria no significa que Uber va a poner a pagar renta a sus pasajeros… pero sí va a ajustar sus precios para no tener que cargar por completo con esta carga.
¿Cuál es la alternativa?
La alternativa que están sugiriendo los miembros de gremios de aplicaciones, como Alianza Inn es que la Colombia haga uso de ser miembro de la OCDE y se sume al programa llamado BEPS (base erosion and profit shifting) que busca eliminar la evasión de impuestos, así como regular a los negocios de base digital que hoy no están tributando en países miembros.
Aquí la aclaración a la solución: BEPS es un programa en desarrollo, no una solución que esté completa o implementada. Lo que significa la alternativa que ofrece es que las plataformas y servicios digitales por ahora se mantengan funcionando, hasta que este marco esté completo.
“El gran problema de esperar a que el BEPS entre en vigencia y luego acoplarnos a él es que quedaríamos perdiendo grandes oportunidades en materia de Inversión digital”, aseguró José Daniel López, director de Alianza In, en conversación con ENTER.CO, “La economía digital es tan rápida que el simple hecho de dejar pasar un año o dos puede ser enorme”.
Imágenes: Capturas de pantalla y Wikicommons
