El escritor y guionista estadounidense, George RR Martin, autor de Juego de Tronos, también se unió a la demanda presentada por la asociación American Authors Guild contra OpenAI. Ellos afirman que sus libros y textos son usurpados y parafraseados por ChatGPT de manera pirata y sin pagar derechos.
Authors Guild, gremio estadounidense que agrupa a escritores reputados, presentó una denuncia contra OpenAI, aseverando que la inteligencia artificial utilizó versiones pirateadas de libros, constituyendo una violación de los derechos de autor y un “robo sistemático a gran escala”. Grandes plumas como George RR Martin, John Grisham, Jonathan Franzena, Jodi Picoult y George Saunders; hacen parte del grupo de demandantes.
Según el documento, el robot conversacional de ChatGPT no sería nada sin los datos que toma de los libros. Este modelo de lenguaje almacena tanta información posible para proporcionar respuestas relevantes a las consultas de los usuarios.
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La falta a los derechos de autor radica en que el modelo toma obras protegidas por las leyes que respaldan a los escritores. Es decir, ChatGPT no paga ninguna compensación por citar los textos.
“Los autores deberían tener derecho a decidir cuándo se utilizan sus obras para ´entrenar´ la IA. Si deciden participar, deben recibir una compensación adecuada. Ponen en peligro la capacidad de los autores de ficción para ganarse la vida, en la medida en que permiten a cualquiera generar automáticamente de forma gratuita (o muy barata) textos por los que de otro modo pagaría a los autores”. afirmó Jonathan Frenzen.
Los artistas de la lengua inglesa reclaman que la capacitación de los grandes modelos de lenguaje (LLM) de la compañía utiliza para impulsar herramientas de inteligencia artificial en versiones pirateadas de sus libros: “un robo sistemático a escala masiva”.
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“La IA generativa es un campo nuevo y vasto para la explotación de larga data de los proveedores de contenidos por parte de Silicon Valley. Los autores deberían tener derecho a decidir cuándo se utilizan sus obras para ‘entrenar’ la IA. Si deciden participar, deberían recibir una compensación adecuada”, explica Franzen.
Por su parte, OpenAI ya ha argumentado frente a otras dos demandas que los autores “conciben erróneamente el alcance de los derechos de autor y no tienen en cuenta las limitaciones y excepciones (incluido el uso legítimo) que dejan espacio para innovaciones como el lenguaje grande, modelos ahora a la vanguardia de la inteligencia artificial”.
Entre tanto, los autores aseveran que “LLM de OpenAI ponen en peligro la capacidad de los escritores de ficción para ganarse la vida, en el sentido de que los LLM permiten a cualquiera generar, de forma automática y gratuita (o muy barata), textos que de otro modo pagarían a los escritores para que los crearan”.
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Según la querella, LLM impulsa herramientas de inteligencia artificial que “pueden escupir trabajos derivados: material que se basa en, imita, resume o parafrasea” sus trabajos, supuestamente convirtiendo sus trabajos en “motores de” la “propia destrucción” de los autores por perjudicando el mercado del libro para ellos.
Finalmente la denuncia argumenta que las empresas se están construyendo en torno a oportunidades para crear trabajos supuestamente derivados. Están surgiendo empresas para vender mensajes que permiten a los usuarios ingresar al mundo de los libros de un autor y crear historias derivadas dentro de ese mundo.
Por ejemplo, Socialdraft ofrece indicaciones largas que llevan a ChatGPT a entablar “conversaciones” con autores de ficción populares como el demandante Grisham, el demandante Martin, Margaret Atwood, Dan Brown y otros sobre sus trabajos, así como indicaciones que prometen ayudar. clientes ‘Crea libros más vendidos con IA’.
Rachel Geman, socia de Lieff Cabraser y co-asesora de los autores, dijo que la “decisión de OpenAI de copiar las obras de los autores, sin ofrecer ninguna opción ni proporcionar ninguna compensación, amenaza el papel y el sustento de los escritores en su conjunto”.