Un estudio reciente de la Universidad del sur de California ha arrojado luz sobre la disparidad en la carga mental entre madres y padres, reafirmando que las mujeres experimentan una carga cognitiva significativamente mayor en el hogar. Esta investigación, publicada en Springer Link, destaca cómo esta desigualdad invisibilizada puede tener serias implicaciones para la salud mental y el bienestar de las madres.El estudio, liderado por investigadores del campo de la psicología y la sociología, analizó datos de una muestra representativa de madres de alto nivel educativo y económico. Se encontró que las responsabilidades de planificación y organización dentro del hogar, conocidas como trabajo cognitivo, están desproporcionadamente distribuidas hacia las mujeres. Mientras que las tareas físicas pueden ser visibles y compartidas más equitativamente, como cocinar o limpiar, el trabajo cognitivo, que incluye la planificación de horarios, la gestión de agendas familiares y la resolución de problemas logísticos diarios, recae en gran medida en las madres.Este tipo de cargas recae en las mujeres con un 72,57%, frente al 27,43% de sus parejas.
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El estudio subraya que esta carga mental adicional no solo consume tiempo y recursos mentales, sino que también puede afectar negativamente la capacidad de las mujeres para concentrarse en el trabajo remunerado y disfrutar de actividades de ocio. Además, se destaca que el trabajo cognitivo no reconocido puede privar a las madres del sentido de logro que podría derivarse de completar tareas físicas más visibles.
Impacto en la salud mental
Los hallazgos también indican que esta desigualdad en la carga mental puede tener efectos adversos significativos en la salud mental de las madres, contribuyendo a niveles elevados de estrés, ansiedad y posiblemente depresión. Aunque los investigadores reconocen la complejidad del problema y la necesidad de más estudios longitudinales, enfatizan la urgencia de abordar estas inequidades para mejorar el bienestar de las mujeres y fortalecer el apoyo familiar.El informe subraya la importancia de políticas y prácticas que promuevan una distribución más equitativa del trabajo doméstico y cognitivo entre parejas. Se sugiere que la educación temprana y continua sobre la carga mental podría aumentar la conciencia sobre estas desigualdades y fomentar un diálogo más abierto en las familias sobre la distribución del trabajo no remunerado.Imagen: August de Richelieu